Los estanqueros se quejan de que este fenómeno del contrabando ha provocado el cierre de diez de los 13 despachos de tabaco existentes en La Línea de la Concepción.
¿Cuánto se saca? no es sólo el diferencial de precios con la calle -que ronda entre el euro y los dos por cajetilla, en función de si es una marca desconocida o si es de una conocida que se vende falsificada o de contrabando-, sino que además no paga impuestos.
A esos 68,5 millones de cajetillas que Gibraltar recibe por tierra, hay que sumar las que le llegan por vía marítima directamente al Peñón sin pasar por la aduana española.
Un sistema de contrabando muy bien organizado
No hay improvisación. "Hay alguien que organiza a un lado y al otro de la frontera de Gibraltar", y son grupos que lo mismo delinquen con el contrabando de tabaco como en otros, y, en el caso del tabaco, hay una conciencia más laxa sobre este delito, "hay mucho aficionado, algo que no ocurre en el narcotráfico".
Jurado alude al marco de actuación con las cuatro grandes tabaqueras, Imperial Tobacco (junto a su filial Altadis), Philip Morris, British American Tobacco y JT International, que tienen suscrito un acuerdo con la Comisión Europea por el que se comprometen a pagar los impuestos defraudados de todas las intervenciones que hagamos de sus marcas.
El problema es que muchas de las fábricas en las que se produce el tabaco de contrabando están en Europa, y son compañías, como resalta Jurado, que no tienen acuerdo con la CE y que en el caso de dos de ellas tienen un volumen de actividad superior en España.
Algunas marcas de contrabando que se han detectado en el mercado español con más incidencia son "Yesmoke", pero también abundan otras como "American Eagle", "Raquel" o "Richman".
En el caso de "American Legend", que entró de manera ilegal en España y luego se hizo legal al comunicar al Comisionado para el Mercado de Tabacos el precio y su intención de vender en el país, siguen apareciendo cajetillas ilegales sin advertencias sanitarias, al igual que ocurre con "American Club".
Son las marcas "cheap white" o "illegal white" y funcionan de la siguiente forma: son legales en el sitio donde quieren pagar los impuestos; muchas de ellas fabricadas por empresas legales en la UE, pero se venden muy baratas en algunos territorios y luego entran de contrabando en la UE para no pagar impuestos.
Entran por vía marítima desde el Golfo Pérsico y los Emiratos Árabes, por puertos del Mediterráneo, como Barcelona y Valencia, procedentes de Canarias y también por vía terrestre por Andorra y Gibraltar.
La situación es similar a la que viven otros puertos europeos como el de Hamburgo, donde las autoridades aduaneras acaban de descubrir ocultos, tras unas cajas de toallas, 53 millones de cigarrillos de las marcas "King Lords" y "Dogers" (ambas "illicit white"), de empresas fantasmas con base en Emiratos Árabes, Singapur y Dubai, que equivalen a unas pérdidas en impuestos de 12 millones de euros.
España ha pasado de vía de entrada a destino de este tabaco ilegal
Según Jurado, Aduanas ha detectado un cambio en el patrón del destino de contrabando, si hasta ahora España era una vía de entrada hacia otros países, ahora se queda mucho en territorio nacional.
Menudeo, en el carro de la compra, en pisos particulares, e incluso se lo ofrecen a los clientes que acuden a los estancos, pero más allá de este pequeño comercio existe otro más organizado que ahora ha dado un gran salto intentando producir en naves ilegales tanto la materia prima como el ensamblaje de cajetillas falsificadas, que las autoridades han paralizado.
Unas fábricas que en Polonia son muy habituales, comenta Jurado, con maquinaria muy rudimentaria, pero con capacidad de trasladarse.
En los seis primeros meses del año se han aprehendido 3,75 millones de cajetillas (8,7 millones en el ejercicio 2012); y casi 23 toneladas de picadura (más de 41 toneladas en todo 2012).