El objeto de la nueva ley, según su artículo primero, es regular la caza en Castilla-La Mancha, mediante la planificación ordenada de esta actividad, con la finalidad de proteger, conservar, fomentar y aprovechar ordenada y sosteniblemente sus recursos cinegéticos de manera compatible con la conservación del medio natural y fomento de los hábitats de las especies cinegéticas, en especial las declaradas preferentes.
Asimismo, persigue el desarrollo económico rural, compatibilizando los fines sociales, deportivos, ecológicos, culturales, turísticos o comerciales que pueden y deben lograrse con una adecuada práctica cinegética.