EFE.- Los eurodiputados respaldaron este martes, con 646 votos a favor, 51 en contra y 14 abstenciones, el consenso llegado con el Consejo de la Unión Europea, que añade estas 12 sustancias a la lista prioritaria, que establece límites para la concentración de estas sustancias en el agua, explicaron en un comunicado. La Eurocámara apoyó también crear una “lista de alerta” en la que se incluirán tres fármacos (los preparados hormonales etinilestradiol y estradiol, así como el diclofenaco, utilizado en medicamentos para aliviar el dolor), en lugar de incluir estos directamente en la lista de sustancias de riesgo, tal y como había propuesto originalmente la Comisión Europea. Los eurodiputados recalcaron que “más adelante (los fármacos) podrían ser incluidos en la lista de prioridades” y pidieron a la Comisión Europea que elabore una estrategia para evaluar “los posibles riesgos” de estas sustancias para el medio acuático. “La política de aguas es una política a largo plazo. Desafortunadamente, los estudios muestran que falta un largo camino por recorrer para alcanzar unos niveles mínimos de calidad medioambiental en ríos y lagos”, explicó el ponente del texto, el eurodiputado austriaco del Partido Popular Europeo Richard Seeber. Con esta medida, se endurece la actual normativa sobre la calidad de las aguas al aumentar de 33 a 45 la lista de sustancias vigiladas por sus efectos en ríos, lagos y aguas costeras, con la inclusión de productos químicos industriales, fitosanitarios y en biocidas. Estas sustancias pueden resultar dañinas tanto para los organismos y animales acuáticos, como para la salud de las personas, ya que algunas son cancerígenas o pueden provocar efectos negativos sobre el sistema nervioso o el inmunológico. La lista incluirá seis sustancias fitosanitarias (aclonifén, bifenox, cipermetrina, dicofol, heptacloro y quinoxifeno), tres utilizadas en biocidas (cibutrina, diclorvós y terbutrina) y dos sustancias químicas industriales (ácido perfluorooctanosulfónico -PFOS- y hexabromociclododecano -HBCDD-). Además, se añadirán dos productos derivados de la combustión (dioxina y policlorobifenilos -PCB- similares a las dioxinas). Los niveles máximos de concentración de las nuevas sustancias se aplicarán a partir de 2018, con el objetivo de lograr un buen estándar de calidad de las aguas de superficie de aquí a 2027, y los países deberán enviar sus planes para lograr este objetivo a la Comisión antes de 2018. Los niveles máximos de concentración para las sustancias que ya formaban parte de la lista se incluirán en los Planes Hidrológicos de Cuenca de 2015, con el fin de alcanzar unos altos estándares de calidad para 2021.

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