En concreto, dicha valorización de ajos se realizará mediante la obtención de sustancias activas con propiedades antioxidantes y antifúngicas para su incorporación posterior en polímeros de cara a su aplicación en el campo agroalimentario, tanto en el tratamiento de control de daños por microorganismos en cultivos como en la incorporación a materiales de envase.

Uso fungicida

    El consumo de ajo (Allium sativum L.) es tradicional en muchos países como aditivo culinario. Referencias a su uso en la cocina y en medicina datan del tiempo de los sumerios (2600-2100 A.C.).

    En décadas recientes, se han publicado numerosos estudios que muestran que el ajo tiene actividad antioxidante, depurativa, anti-inflamatoria, además de propiedades anti-microbianas. Estas propiedades permiten al ajo crudo y a sus preparaciones tratar y prevenir con éxito un amplio rango de enfermedades, entre las que se encuentran las asociadas a problemas cardiovasculares y el cáncer.

    A nivel mundial, China produce el 84% del ajo, mientras que España es el principal productor de la UE con un 3%, pero su producción se encuentra en declive debido a  la caída de precios en origen y la competencia de países ajenos a la UE.

    El Ajo Morado de Cuenca, es una variedad crecida en el área geográfica de Las Pedroñeras y otras zonas enmarcadas dentro de la denominación del Ajo Morado de Cuenca. Este ajo está caracterizado por su color, un fuerte olor, gusto picante y estimulante. Con el objetivo de potenciar este cultivo es necesario otorgarle un nuevo valor adicional, que permita recuperar la producción de esta variedad y conquistar nuevos mercados

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