Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos se ha manifestado este miércoles 14 ante el Ministerio de Agricultura por un futuro para el campo, reuniendo a alrededor de un centenar de agricultores de distintas comunidades autónomas y una caravana de hasta 10 tractores y más de 30 vehículos, para reclamar ayudas por la borrasca Filomena, exigir ya la vendimia en verde y reclamar que la PAC priorice «al agricultor profesional, al que de verdad vive de la agricultura y no al agricultor de sofá»
La organización agraria, tras varias peticiones de medidas extraordinarias para el sector del vino y distintas reuniones para solicitar ayudas autonómicas por los daños provocados por Filomena, ha decidido dar un paso más y presentarse en las puertas del Ministerio, convocando esta concentración que, posteriormente, coincidiría con la reunión de las consejerías de Agricultura de las CC.AA y el ministro para negociar la PAC.
Unión de Uniones reclamó ante el Ministerio la puesta en marcha de vendimia en verde para controlar la oferta de uva, ahora que está la vendimia a la vuelta de la esquina y que es mucho más efectivo que la destilación en crisis. Igualmente, propone, como ya hiciera en otras ocasiones, reasignar fondos del PASVE de un ejercicio para el siguiente y que las medidas incluidas en este plan recaigan en el viticultor profesional.
Asimismo, el campo no sólo se ha visto afectado por la pandemia y el cierre del canal HORECA, la borrasca Filomena también ha causado graves daños en distintas comunidades autónomas en cultivos leñosos, especialmente en el olivar de Castilla – La Mancha.
En este sentido, ha llegado a Madrid una caravana que partía desde Toledo para reivindicar que las ayudas aprobadas en la comunidad no estén asociadas solo a quienes tienen seguro agrario – en el caso de los olivareros, sólo un 4% – sino que se tengan en cuenta la excepción de la propia borrasca.
El RD – Ley de Filomena aprobó 509 millones para arreglar los desperfectos y los daños que, si la administración sigue sin escuchar al sector agrario, recaerá todo en manos de ayuntamientos sin socorrer a los agricultores que han sido los grandes damnificados y que han perdido su medio de vida, por lo menos, durante los siguientes cinco años.
EXITO DE LA CONVOCATORIA Y SE SERRÁRON DOS OLIVOS CENTENARIOS SECOS POR LA BORRASCA FILOMENA
A la concentración han acudido alrededor de un centenar de agricultores de Comunidad de Madrid, Castilla – La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunitat Valenciana o Extremadura entre otras. Durante la concentración, se ha dejado a las puertas del ministerio, símbolo de la agonía del campo, unas cajas de uvas verdes, así como unas cepas secas y restos de olivo.
Igualmente, se ha procedido a serrar dos olivos centenarios secos por la borrasca y se ha hecho al ritmo de la banda sonora de «La Muerte Tenía Un Precio», para demostrar todas las consecuencias y los daños provocados.
A continuación han hablado Luis Javier Navarro, miembro de la Ejecutiva de Unión de Uniones, Andrés García Vaquero, coordinador de Unión de Uniones de Castilla – La Mancha, Joan Santó, responsables vitivinícola y Jose Manuel de las Heras, coordinador estatal de Unión de Uniones.
«Es una irresponsabilidad del Sr. ministro el no haber autorizado medidas extraordinarias para el sector del vino y abandonarlo a su suerte. Las limitaciones presupuestarias no pueden ser una excusa; existen fórmulas para llevar a cabo las medidas demandadas, como demuestran los cambios llevados a cabo en el presupuesto del PASVE», señala Joan Santó responsable del sector vitivinícola. «Es incomprensible que desde el Ministerio no se quiera ayudar a un sector tan importante como este que, además, es en muchas ocasiones el primer punto de contacto con la cultura española».
Por su parte, Jose Manuel de las Heras ha apelado a la responsabilidad de la Administración en su conjunto y del Ministerio a quienes «se les llena la boca al hablar de la España Vaciada». Por eso, ante el Ministerio han asegurado que «ahí dentro están negociando las líneas clave de la futura PAC. Es la hora de la verdad, de saber si desde los despachos son capaces de pensar y ponerse en la piel del profesional que está en el campo y que trabaja de sol a sol para llenar las despensas de todo el país, priorizando al agricultor profesional, al que de verdad vive de la agricultura y no al agricultor de sofá».