Compromís se ha hecho eco de las peticiones de la Unió de Llaudadors y quiere que la Unión Europea (UE) modifique las condiciones del nuevo acuerdo de asociación económica firmado con la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional (SADC) y que se establezca como único puerto de entrada de los cítricos de Sudáfrica el de Valencia o el de Castellón.
En un comunicado, Coalició Compromís ha anunciado que hoy a registrado una moción ante la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Senado para que el Gobierno proponga en Bruselas una serie de modificaciones del tratado, ya que a su juicio supone una «amenaza económica y fitosanitaria» para la citricultura española.
demanda el establecimiento de inspectores fitosanitarios de la UE en los puertos de origen para evitar contagios
Una de esas modificaciones -propuestas todas ellas por la Unió de LLauradors- consiste en fijar un único puerto de entrada con inspectores fitosanitarios especializados en plagas y en enfermedades como la mancha negra en cítricos, con un aumento de las muestras controladas y de la documentación exigida.
También demanda el establecimiento de inspectores fitosanitarios de la UE en los puertos de origen y a cargo del sector citrícola sudafricano para evitar la salida de envíos con esta enfermedad.
Han recordado que durante el pasado ejercicio la UE detectó 45 envíos que entraron en el mercado comunitario con agentes nocivos, de los que 16 correspondían al vector que provoca la plaga de la mancha negra (citrus black spot).
Compromís también quiere que el Gobierno defienda unos cupos de importación de cítricos sudafricanos «regresivos» para que la mayor cantidad de importación se produzca entre los meses de junio a septiembre, y vayan descendiendo a partir de octubre, con el propósito de que no coincida con la producción española.
En su opinión, el nuevo acuerdo UE-Sudáfrica «pone en peligro el futuro de los productores de cítricos españoles», ya que amplía el periodo de importación de Suráfrica desde el 15 de octubre hasta el 30 de noviembre, con una progresiva disminución anual de los precios de entrada hasta su total desaparición.
Las producciones citrícolas españolas que más se solaparían con los cítricos sudafricanos serían las de naranja navelina y las mandarinas de media estación.
«La posibilidad de entrada de naranjas procedentes de Sudáfrica durante un mes y medio más es una herramienta evidente de presión de los precios a la baja en origen y, por tanto, perturbadora del mercado», han sentenciado.