Ante los perjuicios que acarrean a los ganaderos los sacrificios de animales de los planes de erradicación de la tuberculosis bovina, Unión de Uniones de Castilla-La Mancha se ha dirigido a la Consejería de Agricultura para reclamar la puesta en marcha de ayudas a la reposición de ganado para vacuno y caprino. La organización considera que la actual aplicación de dichos planes supone para los ganaderos unos excesivos castigos que, además, no están consiguiendo eliminar la enfermedad.
Unión de Uniones ya alertó hace semanas de que, según los datos del Plan de Erradicación de la Tuberculosis bovina de 2019, Castilla-La Mancha presentaba los peores índices de prevalencia e incidencia de la enfermedad de toda España y reclamaba una revisión de los protocoles de actuación.
En dichos protocolos se contempla el sacrificio de animales, tanto de vacuno como de caprino, cuando del resultado de las pruebas de la tuberculina en la explotación se interpreta la presencia de la enfermedad. No obstante, los controles de contraste que se realizan después del sacrificio de los animales revelan en bastantes casos que no había tuberculosis, lo que pone en cuestión constantemente la fiabilidad de la tuberculina.
En su momento, Castilla-La Mancha contó con una ayuda a la reposición de ganado sacrificado por tuberculosis
En todo caso, las actuales indemnizaciones por sacrificio no compensan sino parcialmente el valor comercial de los animales y no incluyen ni el lucro cesante ni otros gastos aparejados, como la necesidad de reponer las bajas para poder continuar la actividad productiva. Esta reposición supone un esfuerzo económico muy importante, sobre todo en aquellos casos en los que se ha producido el vaciado completo de la explotación
En su momento, Castilla-La Mancha contó con una ayuda a la reposición de ganado sacrificado por tuberculosis que, de hecho, estuvo incluida hasta 2016 en los presupuestos de la Consejería. No obstante, en la actualidad no se aplica y Unión de Uniones se ha dirigido por escrito a la Consejería de Agricultura para pedir que se retome esta línea con el fin de apoyar a los ganaderos, tanto de vacuno, como de caprino, en la recuperación del potencial productivo de su explotación y poder seguir adelante con su profesión.
La organización ha pedido también una reunión urgente con la Consejería para abordar otras cuestiones como: control sanitario de la fauna salvaje y de otros reservorios de la enfermedad, fiabilidad de la prueba de la tuberculina y posibles alternativas, permitir que el ganadero encargue sus propias pruebas de contraste, medidas que eviten inmovilizaciones y sacrificios por falsos positivos. La organización considera que estos asuntos deberían revisarse para que la lucha para luchar contra la enfermedad y mantenerla en niveles asumibles, pueda llevarse a cabo en términos que no supongan la ruina de las granjas. «Si esto sigue así, con la tuberculosis no se va a acabar, pero si con los ganaderos», sentencian desde la organización.