Según Martín, son una novedad respecto al modelo aprobado en 2007. Los índices de conversión (kilos de alimentación suministrada-kilos de carne avícola producida) son una referencia que se mantiene en el nuevo modelo y son "la base del contrato de integración".

    Por lo general, los criadores de pollos y la industria avícola cierran contratos para cinco camadas o engordes, una producción que suele obtenerse en el plazo de un año.

    La interprofesional enviará los términos del acuerdo al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) para que su asesoría jurídica los estudie.

    Según, el director general de Propollo ha señalado que "todos" los interlocutores están "contentos" con este nuevo modelo y que se trata de un contrato que fomenta una mayor unión entre los diferentes eslabones de la cadena alimentaria.

    "No se puede separar el engorde, el sacrificio y la venta: un eslabón de la cadena no puede ir independiente del resto", ha concluido.

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