EFE.- «En muchas regiones, las explotaciones agrícolas se convierten a la producción bio en distintas etapas. Razones tanto económicas como estructurales, explican este enfoque. El desarrollo del sector se frenará si no es posible una adaptación gradual», dijo el secretario general de Copa-Cogeca, Pekka Pesonen, en un comunicado.
Además, los productores subrayaron que «las normas no deben desanimar a los agricultores que deseen pasarse a la producción ecológica ni a aquellos que ya lo hayan hecho, a la hora de continuar su producción».
El objetivo de la nueva legislación es impulsar la agricultura orgánica para responder a la alta demanda existente, que en los últimos 15 años se ha multiplicado por cuatro, mientras que la superficie dedicada a esa producción solo se ha duplicado, dijo hoy en rueda de prensa el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos.
Asimismo, la normativa pretende reforzar la confianza del consumidor en esos productos (con reglas más estrictas y mayores controles) y combatir los casos de fraude, añadió Ciolos.
El comisario explicó que esos supuestos se dan sobre todo en la distribución, donde ahora hay menos controles que en la producción y la transformación.
Además, señaló que los estudios llevados a cabo revelan que, pese a la crisis, la demanda de estos productos ha seguido en aumento en los últimos años.
Entre otras novedades, la normativa obligará a todas las explotaciones a decidir si son convencionales o ecológicas (ya no podrá existir una categoría mixta) y a que todo el pienso que consuma el ganado de la UE sea orgánico.
Además, se armonizarán las normas, se harán más sencillas, y se eliminarán las excepciones que se aplican hoy en día, basadas en especificidades nacionales, indicó Ciolos.
A los productos ecológicos importados se les aplicarán los mismas estándares que a los europeos y se creará un sistema de certificación de grupo para facilitar a los pequeños productores la posibilidad de sumarse al régimen ecológico.
Está previsto que las nuevas normas, que tienen que ser aprobados por el Consejo y el Parlamento Europeo (PE), entren en vigor en 2017, para dar tiempo a productores, comerciantes y minoristas de adaptarse a los cambios.
Según una consulta realizada entre ciudadanos europeos, el 94 % quiere más información sobre los productos ecológicos, mientras que el 74 % quiere unas normas armonizadas y el 73 % es partidario de productos sin pesticidas.