Según se señala en una nota, “desde la Junta de Andalucía apostamos por un desarrollo de los territorios compatible con la conservación del entorno y esta empresa se presenta como un buen ejemplo de la rentabilidad que se puede obtener al aprovechar al máximo los recursos de las explotaciones”, ha añadido el delegado territorial durante el recorrido por los centros de esta empresa dedicada a la producción y comercialización de carne de pavo.
A través de la planta de depuración de aguas, la firma reutiliza este recurso para lavados y riego de las instalaciones de la empresa, reduciendo así tanto los costes como el impacto ambiental de estas acciones, y gracias a la planta de aprovechamiento de subproductos, los residuos que genera su industria alimentaria ubicada en Marchena (Sevilla) se convierten en energía y abono. A esto se suma una planta de cogeneración que funciona con gas natural y cuenta con capacidad para generar un megavatio de electricidad.
El director general de Procavi, Alfonso Serrano, ha acompañado a Carnero para mostrar al delegado territorial la planta incubadora de pavos de esta empresa, con una capacidad productiva superior a los 250.000 huevos semanales y dotada de un sistema de incubación que simula las condiciones naturales de un nido. Este parecido es posible gracias al control de la temperatura, la humedad y el nivel de dióxido de la instalación, por un lado; y a la imitación del papel de las madres en el nido, por otro, ya que los huevos se voltean cada 60 minutos como harían las aves durante la incubación.
El centro de multiplicación de Cañete la Real, por su parte, permite reunir hasta tres millones de huevos al año, y se encuentra dividido en dos núcleos: la zona de cría donde los animales permanecen las primeras 30 semanas de vida y el espacio de puesta, donde los pavos viven otras 30 semanas.