El ‘Estudio de Potenciales Zonas de Implantación de Energías Renovables de la Comunidad de Madrid’ propone un 4% del territorio regional como óptimo para la instalación de parques, huertos, campos y centrales solares, un porcentaje que se centra en las comarcas de Cuenca del Henares, Las Vegas y Comarca Sur y que parte de una especial sensibilidad hacia el olivar y el viñedo autonómicos. Por eso, para Asaja Madrid lo más destacado del estudio «es la sensibilidad que la administración muestra hacia la agricultura y la ganadería de la región a través de varias medidas específicas de protección de las zonas agrícolas frente a futuras instalaciones fotovoltaicas en la Comunidad».
La dualidad de la Comunidad de Madrid con la implementación de fuentes limpias que permitan una progresiva descarbonización ha venido acarreando algunas incógnitas para el sector primario de su territorio que, en un contexto de muchos intereses instaladores, ahora encuentran una primera llamada a la calma.
El ‘Estudio de Potenciales Zonas de Implantación de Energías Renovables en la Comunidad de Madrid’ aporta un registro de áreas factibles e idóneas que se centra especialmente, dadas las particularidades de la región, en la energía fotovoltaica frente a la eólica. Este trabajo limita a un 4% el territorio recomendado para la instalación de plantas fotovoltaicas. Una superficie que se concentra mayoritariamente en el sur y en el sureste madrileños, en las comarcas Cuenca del Henares, Las Vegas y Comarca Sur.
“NOS PARECE MUY POSITIVO QUE SE HAYA TENIDO EN CUENTA QUE HAY ZONAS DONDE LA INSTALACIÓN DE PLANTAS FOTOVOLTAICAS NO ES RECOMENDABLE EN ZONAS DE IMPORTANCIA AGRÍCOLA Y GANADERA”
Para Asaja Madrid, lo más destacado del estudio «es la sensibilidad que la administración muestra hacia la agricultura y la ganadería de la región a través de varias medidas específicas de protección para los cultivos de olivar y viñedo, considerados esenciales en territorio madrileño y con una presencia muy importante en las áreas señaladas».
Francisco José García, presidente de Asaja Madrid, destaca que «somos plenamente conscientes de las necesidades energéticas actuales y de la importancia de abrir nuevas vías de generación. Nos parece muy positivo que las autoridades hayan tenido en cuenta en su estudio que hay zonas donde la instalación de plantas fotovoltaicas no es muy recomendable por su impacto en el paisaje, en el patrimonio cultural o en zonas de importancia agrícola y ganadera. No podemos perder el foco que el trabajo no tiene un carácter vinculante, sino que se trata de una recomendación que al final va a depender de una resolución ambiental».
Desde la organización agraria, también se quiere subrayar que, «pese a la consideración de este estudio hacia los terrenos agrícolas y ganaderos de la región, su concreción también incide en la existencia de un doble rasero que muchos agricultores y ganaderos han vivido personalmente, con una normativa y una burocracia que no les ha permitido incorporar a sus explotaciones sistema de generación de energía que, llegado el caso, hubieran podido contribuir y sumar en este nuevo contexto productivo que se impulsa ahora desde la Comunidad de Madrid».
