En España, durante el primer semestre de 2025, el mercado cerealista atraviesa una grave crisis de precios de los cereales que los sitúa en niveles similares a los de diciembre de 2010. Y pese a que las condiciones iniciales auguran una cosecha prometedora, la falta de rentabilidad amenaza con convertir esta campaña en un desastre para miles de agricultores. Por eso, desde la UCCL se ha convocado una primera movilización para el jueves 29 ante la lonja de Segovia, al considerar que «la parte compradora en las Lonjas no puede seguir llenando los almacenes con precios ruinosos para los agricultores
El problema de fondo es que el sector cerealista español se encuentra en una tormenta perfecta: «precios en caída libre, costes disparados, competencia desleal y especulación. De no tomarse decisiones urgentes, el colapso del campo podría ser inminente», advierte la UCCL.
Como destaca la organización, los precios han retrocedido a niveles similares a los de diciembre de 2010. Por ejemplo, el trigo ha pasado de cotizar a 363 €/t en mayo de 2022 a apenas 196 €/t actualmente, y la cebada de 353 €/t a 183 €/t de la última sesión de la lonja de Segovia (22 de mayo). «Esta tendencia bajista, sostenida desde comienzos de año, está deteriorando seriamente la viabilidad económica de las explotaciones agrícolas».
Asimismo, lamentan que los costes de producción, impulsados por el encarecimiento principalmente de fertilizantes y carburantes, además de fitosanitarios y maquinaria, siguen al alza, mientras los precios de venta son los mismos que hace 15 años.
Y por si fuera poco, según la UCCL, «a esto se suma una presión normativa creciente con políticas medioambientales mal adaptadas al contexto rural y una competencia desleal derivada de la masiva entrada de cereal ucraniano a bajo precio, que no siempre cumple con los mismos estándares sanitarios o medioambientales exigidos al productor nacional, que además ha sido vinculado con problemas sanitarios en el ganado por su mala calidad o estado de conservación».
A pesar de ser uno de los mayores productores europeos de cereal, España es deficitaria en la producción de cereales, deberá importar necesariamente el 60% del grano que consume, pero eso no debería significar que el precio tenga que ser ruinoso. Importar es necesario, pero no a cualquier precio.
IMPORTACIONES DE TRIGO UCRANIANO, ARANCELES A LOS FERTILIZANTES… “LOS AGRICULTORES NI DEBEMOS, NI PODEMOS SER UNA DAÑO COLATERAL DE LA POLÍTICA INTERNACIONAL”
España se ha convertido en el principal importador de cereales de la UE durante la campaña 2024/25. Entre el 1 de julio de 2024 y el 2 de marzo de 2025, el país importó 8,8 millones de toneladas, lo que equivale al 41 % del total comunitario.
Las importaciones de trigo ucraniano —que antes de 2022 rondaban 1 Mt anuales— han aumentado hasta entre 6,5 y 7 Mt anuales. Esto ha elevado las importaciones totales de trigo en la UE de los tradicionales 2-3 Mt a más de 9 Mt por año, en un contexto de producción comunitaria estable y caída del consumo interno.
La organización Copa-Cogeca ha instado a la Comisión Europea a restablecer los contingentes arancelarios (TRQ) previos a 2022 y a desarrollar una estrategia comercial que permita seguir apoyando a Ucrania sin sacrificar la viabilidad del sector agrario europeo.
«Los agricultores ni debemos, ni podemos ser un daño colateral de la política internacional», aseguran. La Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo ha aprobado una propuesta para aumentar los aranceles sobre productos agrícolas procedentes de Rusia y Bielorrusia, incluidos los fertilizantes, uno de los mayores costes para los agricultores. La imposición de aranceles sin alternativas asequibles puede traducirse en un aumento insostenible de los costes de producción, reduciendo aún más la competitividad del sector y comprometiendo la seguridad alimentaria de la UE.
Por otro lado, la parte compradora en las Lonjas no puede seguir llenando los almacenes con precios ruinosos para los agricultores.
Esta situación refleja una pérdida estructural de atractivo del cultivo de cereales, que puede agravarse si no se adoptan políticas adaptadas al contexto agronómico y económico del territorio, por lo que Unión de Campesinos de Segovia-UCCL propone:
- Que, en junio, cuando se renueve el acuerdo con Ucrania, la Unión Europea incluya los cereales y active las cláusulas de salvaguardia en cuanto se llegue a un tope de importación.
- En el caso de que Europa no atienda nuestra reivindicación, España deberá activar por su cuenta los aranceles como han hecho otros países.
- El Ministerio deberá poner especial atención en la vigilancia de la Cadena Alimentaria: la bajada constante del precio del cereal no ha conllevado una bajada del pan por ejemplo o de los piensos para animales.
- El Ministerio debe activar mecanismos de intervención de mercados si los precios no cubren los costes de producción.
- No a Mercosur: si la situación está como está ahora sin acuerdo Mercosur, ¿ qué pasará después si no existen cláusulas de salvaguarda?