ASAJA Castilla-La Mancha ha denunciado ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) a algunas bodegas que están recibiendo uva sin dar a conocer al viticultor los precios de su producto, atentando así contra la propia Ley 12/2013, de 2 de agosto, de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria.
Tal y como establece el artículo 8 de dicha Ley, los contratos alimentarios deberán formalizarse por escrito. Dicha formalización deberá realizarse antes del inicio de las prestaciones que tengan su origen en los mismos y, según recoge el artículo 9, dichos contratos, deben contemplar los precios, con expresa indicación de todos los pagos, incluidos los descuentos aplicables, que se determinará en cuantía fija o variable.
El presidente de ASAJA Castilla-La Mancha, Fernando Villena, ha advertido que “la organización agraria va a denunciar a todas y cada una de las bodegas están recibiendo uva que están incumpliendo esta normativa, pues es inaceptable que la vendimia haya comenzado sometiendo a los agricultores, una vez más, a una incertidumbre que no se da en ningún otro sector”.
reclaman a la Administración que sancione duramente a las industrias que no cumplan con la normativa para terminar con estas prácticas abusivas
En este sentido, sin entrar a valorar los precios, Villena ha destacado “la valentía de algunas industrias por ser las primeras en publicar las conocidas tablillas” (tablas que recogen los precios de cada variedad de uvas y que se cuelgan en las puertas de las bodegas compradoras de uva), pero ha lamentado que, “el resto de bodegas van a remolque, esperando a ver cuánto pagan las otras empresas para después publicar sus tablillas”.
Por este motivo, la organización agraria ha pedido a la AICA que inspeccione con urgencia a las bodegas de la región y ha reclamado a la Administración que sancione duramente a las industrias que no cumplan con la normativa para terminar con estas prácticas abusivas para los agricultores.
Por último, el presidente de ASAJA de Castilla-La Mancha ha hecho un llamamiento a todos los eslabones de la cadena alimentaria del vino, pidiendo “que se persigan las buenas prácticas en el sector para asegurar su futuro”. En este sentido, también ha recomendado a las cooperativas “que fijen los precios del mosto y del vino según la calidad del producto y la realidad actual de la producción y el mercado, y nunca por debajo de los precios de las tablillas. De esta forma, protegen a sus asociados y contribuyen a evitar el hundimiento de los precios”.