Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han detenido o investigado a 71 personas dentro de la operación Quercus, el primer operativo llevado a cabo en España contra el tráfico ilegal de madera de especies protegidas que se importaban ilícitamente.
La operación Quercus ha contado con la colaboración de Europol y de Interpol dado que existen varias rutas internacionales de tráfico ilegal de madera, procedente sobre todo de Iberoamérica y de África y cuyo destino principal es Asia y, en menor medida, Estados Unidos.
Según ha informado este viernes 28 el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la operación se desarrolló a finales del año pasado y dio lugar a 608 actuaciones en comercios, instalaciones dedicadas a la importación y exportación de madera y a la fabricación y distribución de parqués, instrumentos musicales o palés.
entre el 10 y el 30% del comercio mundial de madera es ilegal, y que esta cantidad alcanza el 50% en el caso de algunos países
Fruto de esa operación, que aún está en curso, han sido detenidas o investigadas 71 personas por su presunta implicación en delitos de tráfico de especies protegidas, falsedad documental o contrabando.
Además, se han interpuesto 303 denuncias por diferentes infracciones, entre ellas 215 relativas a la comercialización ilegal de maderas, según ha informado el Ministerio.
La investigación llevada a cabo en dos empresas del sector de la madera situadas en el norte de España permitió localizar maderas de las especies Palosanto (Bursera graveolens) y Granadillo (Dalbergia spp.) que habían sido importadas ilícitamente de Brasil y del continente africano.
Algunas de estas especies, añade el Ministerio, están protegidas por el Convenio sobre el Tráfico Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que regula su tráfico internacional por encontrarse en una situación de amenaza.
En declaraciones a Efe, Miguel Aymerich, subdirector de Medio Natural y Biodiversidad, ha explicado que cada vez es mayor el número de especies arbóreas amenazadas por el tráfico de madera, de manera que hasta el 80% del volumen económico que mueve el comercio ilegal procede de esta actividad.
Aymerich ha señalado también que entre el 10 y el 30% del comercio mundial de madera es ilegal, y que esta cantidad alcanza el 50% en el caso de algunos países de América del sur o África, con el peligro que ello representa para las especies más amenazadas.
Según ha indicado, detrás de estas actividades delictivas se encuentran «organizaciones criminales especializadas» que actúan como mafias y trafican no solo con madera sino también con drogas, marfil o seres humanos, muchas veces con intermediarios que actúan como transportistas.
Para tratar de eliminar estos actos ilegales, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en colaboración con la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid, ha diseñado un método que permite que personal no especializado localice las especies de árboles de interés comercial por su madera que están protegidas por el Convenio CITES.
Este sistema de identificación tiene como principales destinatarios a inspectores y autoridades de vigilancia, policiales y aduaneras, y permite clasificar muchas especies tropicales de madera que con las técnicas actuales no era posible reconocer ‘in situ’.
Consta de una guía macroscópica que recoge las características de la madera y permite obtener muestras para analizarlas en un laboratorio especializado.
Con este equipo los agentes pueden realizar sobre el terreno las tareas de investigación para la localización de las especies protegidas e inmovilizar los cargamentos de madera importados ilegalmente.