Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, prevé que la campaña de almendra actual, 2022 -2023, vea un descenso muy alto de producción con respecto a la que de 2021 -2022 y echa en cara a la Mesa de Frutos Secos que tenga una visión limitada de la situación.
De acuerdo con las previsiones de Unión de Uniones, la producción en España registra un fuerte descenso de más del 44%, un 40% respecto de la media de los últimos cinco años. Entre las causas, la organización señala el efecto de las heladas del mes de abril de 2022 unido a los efectos de la sequía en los regadíos del Valle del Guadalquivir. Por su parte, la producción en EE.UU. es también menor que la campaña anterior, peor muy ligeramente (-4%) y por encima de la media (+6,5%) debido a que el descenso de rendimientos se ha visto amortiguado por el incremento de superficie de cultivo año tras año.
«LA MESA DE FRUTOS SECOS SE LIMITA A CARACTERIZAR EL SECTOR IGNORANDO EL RIESGO DE ABANDONO DE AMPLIAS ÁREAS DE CULTIVO»
En este contexto, si bien la cotización en almendra en los primeros compases muestra tendencias al alza respecto de campañas anteriores (en especial en las variedades marcona y largueta), tales incrementos no son suficientes para compensar la pérdida de rentabilidad en amplias zonas de cultivo tradicional.
«La Mesa de Frutos Secos se limita a caracterizar el sector ignorando el riesgo de abandono de amplias áreas de cultivo», comentan desde la organización.
Unión de Uniones cuestiona el funcionamiento de la Mesa de Frutos Secos en la que, pareciera, solo se comentan evidencias. «Nosotros proponemos la necesaria complementación del precio de la almendra con la valorización y pago al productor de la cáscara, subproducto utilizable en distintos usos y cuya remuneración al productor contribuiría a alcanzar el umbral de rentabilidad preciso para continuar con un cultivo que mantiene el tejido socioeconómico en zonas sin otras alternativas de cultivo», proponen.
Asimismo, Unión de Uniones señala que el Pepac y más específicamente la ayuda asociada a los productores de frutos secos en secano en áreas de desertificación, ignora gran parte de las superficies de cultivo tradicional en superficies aterrazadas y con pluviometrías superiores pero irregulares y en muchas ocasiones perniciosas y erosionantes para las superficies de cultivo, ya que los criterios de elegibilidad son agricultores activos en secano, con pendientes superiores al 10% y pluviometrías medias anuales inferiores a los 300 mm.
Por lo que respecta, a la campaña 2021 / 2022, ha registrado una menor producción debido a la climatología siendo un 12% menor que la anterior. Esto ha supuesto un incremento de las importaciones que superaron a las exportaciones, en especial en los mercados europeos con incrementos importantes como Francia e Italia, poniéndose de manifiesto una demanda creciente en la UE27, aunque con signos de estabilización.
Además, el consumo interno de frutos secos en hogares iniciaba un progresivo acercamiento a niveles pre-pandemia, pese a lo cual las cotizaciones de la almendra comuna y guara se han situado por debajo de la media, por lo que Unión de Uniones considera que las previsiones de la campaña actual son aún una peor noticia para un sector que parecía que podía remontar.