Las labores de poda son importantísimas para el correcto desarrollo de una explotación de cultivos leñosos. Sin embargo, los agricultores encuentran problemas para disponer de mano de obra formada para la realización de esas tareas en la poda del olivar. Con el objetivo de resolver algunos de estos problemas mediante la transformación tecnológica ha nacido el proyecto Agrimate, financiado por la Unión Europea y en el que participa UPA.

Durante la última edición de Expoliva, celebrada hace unos días en Jaén, el stand de UPA acogió pruebas de un prototipo de exoesqueleto que sirve de apoyo a los trabajadores en las labores de poda. El objetivo de Agrimate es transformar las tareas de poda en olivar y viñedo para los pequeños agricultores mediante el uso de tecnologías de Realidad Aumentada y Robótica, enriquecidas con inteligencia artificial.

Agrimate, que se desarrollará a lo largo de los próximos cinco años, nace con el objetivo de atender algunos de los problemas que tiene el olivar tradicional. Como resultados del proyecto, el consorcio europeo, que cuenta con una gran participación española, pretende obtener dos productos para el caso concreto del olivar: unas gafas de realidad virtual, como asistente que ayude al podador; y un exoesqueleto que avance en la mejora de las condiciones físicas del trabajo. El proyecto no sólo tiene como objetivo mejorar la productividad y la eficacia de los recursos, sino también la inclusión social y las condiciones de trabajo en el sector agrícola.

PUESTA DE LARGO EN EXPOLIVA

Agricultores y representantes de las Administraciones visitaron el stand de UPA en la feria Expoliva, y pudieron comprobar de primera mano el efecto del exoesqueleto a la hora de sostener en el aire una herramienta de cierto peso como es una motosierra.

Igualmente, el personal del centro de investigación Tecnalia, que ejerce las labores de coordinación del proyecto, tuvieron la oportunidad de realizar un importante número de encuestas a agricultores y técnicos del sector olivarero para aprender sobre el conocimiento y la predisposición del sector en la adopción de nuevas tecnologías.

Fruto de estas entrevistas y del trabajo que se está llevando a cabo, las empresas tecnológicas que participan en el proyecto, como la italiana IUVO, está ya analizando la posibilidad de extender el uso de estos exoesqueletos a otras labores más allá de la poda, como puede ser la recolección mediante vibradoras.