Los ataques al ganado vivo por parte de bandadas de buitres se han intensificado en la provincia Huelva, ya que gran parte del territorio se encuentra en zona de protección para la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario, con la mayor concentración en los montes El Mustio, entre los municipios de Aroche, Almonaster, Cortegana y Rosal de la Frontera. En el último suceso terminó con la vida de 37 ovejas solo dos horas

El crecimiento de la población de estas aves y la falta de carroña con la que alimentarse está provocando ataques continuos en las explotaciones ganaderas asociadas a la cooperativa Ovipor, integrada por 835 ganaderías afincadas en las provincias de Huelva, Sevilla, Extremadura y en el Alentejo portugués. De hecho, estos ganaderos se enfrentan a la pérdida de entre una y dos ovejas diarias, según denuncia el presidente de la entidad, Agustín González.

La gravedad del último episodio, sucedido en una finca ubicada en el término municipal de Cabezas Rubias, en el que el ataque de los buitres ha terminado con la vida de 37 ovejas en solo dos horas, ocasionando pérdidas en la explotación superior a los 6.000 euros, ha puesto en alerta a todo el sector, que exige soluciones para evitar que sucesos como éste se repitan.

Los socios de Ovipor denuncian que mientras que estas aves, cuya población se ha multiplicado notablemente en los últimos años, están protegidas por la Administración y son “intocables”, ellos están “completamente desprotegidos”, teniendo que asumir cuantiosas pérdidas económicas por ataques de la fauna salvaje en sus explotaciones, en un año enormemente complejo para el sector ganadero, asfixiado por el incremento de los costes productivos -como el encarecimiento de los piensos tras la guerra en Ucrania y las subidas del precio de la energía y de los carburantes- y por los efectos de la sequía. Una conjunción de acontecimientos que están poniendo al límite la rentabilidad de las explotaciones, obligando a muchos productores echar el cierre.

AVES DEPREDADORAS

La ganadería extensiva está en riesgo ante la sobreprotección de la fauna salvaje. Meloncillos, zorros y buitres campan a sus anchas, acechando las explotaciones ganaderas y eligiendo como menú a los animales más indefensos. En el caso de los buitres, la falta de alimento está convirtiendo a estas aves necrófagas “en depredadoras”, según denuncia el presidente de la cooperativa ganadera, que pide medidas para garantizar la cadena trófica y que, de esta manera, cesen los ataques a los animales vivos.

La situación es realmente alarmante, ya que, aproximadamente “un 30% de la producción de corderos de nuestros ganaderos se la están comiendo los buitres”, declara por su parte el gerente de Ovipor, Miguel Castaño. En este sentido, asegura que los ataques suceden “en grupos de más de un centenar de buitres, que aprovechan la ausencia de personal en las explotaciones para atacar, pues ni siquiera los perros que están al frente de los rebaños son capaces de ahuyentarlos y frenar los daños”.

Se trata de ataques “muy violentos”, lamenta el gerente de Ovipor, en el que “se empiezan a comer al animal aun estando vivo, y lo van desmembrando poco a poco, por lo que está mucho tiempo agonizando y sufriendo hasta que finalmente muere”, relata. Por ello, “la escena cuando llegas a la explotación es realmente dantesca y traumática para el ganadero”. En este sentido, Miguel Castaño hace hincapié en que, mientras que a los productores se les mira con lupa y se les exige el cumplimiento de una exhaustiva normativa de bienestar animal, la Administración no está haciendo sus deberes para controlar las poblaciones de buitres y frenar sus agresivas cacerías.

La situación es realmente preocupante, ya que, aunque los más afectados están siendo los ganaderos de ovino-caprino, el resto de la ganadería extensiva está igualmente en peligro, pues también se han sucedido ataques a terneros y cerdos.

Los ganaderos onubenses se sienten en una situación de «total desamparo», ya que, por un lado, nada pueden hacer para evitar los ataques de esta especie que está protegida, y por otro, no reciben compensación alguna por las pérdidas económicas ante las bajas que cada día están sufriendo, como ha sucedido en este caso con 37 ovejas en solo dos horas.

Por ello, solicitan urgentemente que se amplíe la red de comederos existentes para los buitres y que se aporte la carne necesaria para alimentar a la población actual, garantizando su sustento, para que así dejen de esquilmar las explotaciones de los ganaderos onubenses.

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