Hay preocupación en Europa por la PAC. A Francia le preocupa los incidentes con los camiones españoles y los asaltos a las bodegas galas que compran vino español. Pero le preocupa no por los incidentes en sí mismos (de hecho no ha logrado detener nunca a nadie por ellos), sino porque son el reflejo de la crisis que padece su sector agrario y ganadero por la aplicación de la PAC.
Por eso, tiene prisas para afrontar este problema, más el añadido de que la marcha de Reino Unido puede dejar un agujero de entre el 3 y el 5% de los fondos actuales (unos 4.000 millones de euros menos), y ha convocado oficialmente a todos los países a reunirse el 2 de septiembre (inicialmente estaba prevista para finales de este mes) para hablar de este problema.
Sobre la mesa habrá dos cuestiones vitales no sólo para el país galo, sino sobre todo para el español. Por un lado, la necesidad de afrontar cuanto antes la reforma de la PAC, que se debe iniciar en 2017 pero con todos los países divididos sobre qué o no hacer, y por otro la repercusión que generará el Brexit y la marcha del Reino Unido y los fondos que aporta a esta PAC.
Con el Brexit, según las cuentas los gastos de la PAC tendrían que reducirse entre un 3 y un 5% en los fondos que percibe España
Gran Bretaña aporta ahora a las arcas agrarias comunitarias perderán entre 5.000 y 7.000 millones de euros al año. Según estas cuentas los gastos de la PAC tendrían que reducirse entre un 3 y un 5% en los fondos que percibe España. Esto representa, según algunos cálculos, la pérdida de 3.900 millones de euros destinados al campo europeo.
Aunque se da por hecho de parte de este dinero se puede compensar con otras partidas europeas, eso no evita la preocupación existente, ya que todos son conscientes de que se va a crear un agujero lo suficientemente importante como para que haya que empezar a buscar ya soluciones. Y en especial en un momento donde la actual crisis de precios y la volatilidad de los mercados está provocando no sólo importantes pérdidas en el sector agrario y ganadero europeo, sino un rechazo de los propios agricultores en países tan fuertes como Francia o Alemania, donde con menos publicidad pero donde también se han convocado protestas en contra de la actual situación.
Por eso, Francia quiere afrontar cuanto antes el debate en ese encuentro de primeros de septiembre, pero siendo consciente de que no será fácil ni conseguir más fondos para compensar el Brexit ni poner sobre la mesa una reforma que algunos países, como España, no creen que se debe afrontar ahora, salvo en aspectos más burocráticos que de fondo, aunque ya haya quien asegure que se han perdido300 millones en ayudas el último año. Una reunión muy importante en la que se quiere hacer frente a esa preocupación que se va extendiendo poco a poco entre los sectores agrarios más importantes de Europa.