Ginés Mena / Efeagro

Las cotizaciones caen ligeramente en los últimos días para el aceite de oliva, que parece acusar la reducción de las operaciones comerciales por la ralentización del consumo -especialmente en el mercado nacional-, ya que el alto precio del producto en el supermercado está penalizando las ventas.

El secretario general de la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva), Enrique Delgado, constata que la comercialización «ha bajado un poco», en un contexto en el que algunas grandes envasadoras hicieron aprovisionamiento a 3,85 euros por kilo y actualmente no han salido a comprar.

Infaoliva apuesta por un precio en niveles rentables y que «no debería subir más» para no contraer la demanda

A pesar de la ralentización, el secretario general de esta patronal de almazaras cree que volverá a subir porque hay escasez mundial de aceite de oliva, aunque descarta desabastecimiento.

Delgado opina que lo deseable para el sector es que el precio del aceite de oliva, en niveles rentables ya, «no debería subir más» para no contraer la demanda, es decir, evitar que los consumidores continúen migrando hacia grasas baratas, como el girasol.

Ha remarcado que, el mercado es capaz de absorber unas 110.000 ó 130.000 toneladas mensuales en lo que queda de campaña, si bien se llegaría con un «enlace muy corto» (o stock) para atender los pedidos hasta que llegue la producción de nuevo aceite en otoño.

Entre las organizaciones agrarias hay preocupación por la escasez de precipitaciones y la sequía, que de mantenerse, podría afectar a la producción de la próxima campaña, un escenario que nadie desea porque, además, dispararía los precios y derrumbaría el consumo.

La organización agraria Asaja Jaén señala en su informe del 26 de mayo al 1 de junio que la pasada semana se observó una leve bajada en el precio del aceite, aunque sigue manteniéndose alto y, a nivel internacional, se mantiene por encima de los cuatro euros.

En España, el virgen extra se vende cerca de 4 euros, «una cifra que sigue acorde con la escasez de producto a nivel internacional» y que, «si bien es algo más baja que la semana anterior, se debe a un descenso de la demanda puntual que ya se está subsanando».

solo 32 operaciones de compraventa entre almazaras y entidades comercializadoras, con un precio medio de 3,95 euros por kilo

«De ahí que las ventas, más bajas en semanas anteriores, repuntaran esta semana», apostilla esta patronal de agricultores.

El Sistema de Información de Precios en Origen (POOLred) muestra del 26 de mayo al 1 de junio tan solo 32 operaciones de compraventa entre almazaras y entidades comercializadoras, con 2.039 toneladas a granel, y un precio medio de 3,95 euros por kilo.

Por categorías, el virgen extra se paga a 3,98 euros/kg; el virgen a 3,85 y el lampante a 3,80 euros por kilo. Del 20 al 26 de mayo, el POOLred también había constatado escasos movimientos -apenas 26 transacciones- con vírgenes extra a 4,02 euros/kg; vírgenes a 3,83; y lampantes a 3,74 euros por kilo.

Con datos anteriores, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) informa de que el aceite de oliva virgen extra sobre almazara (sin IVA) cotizaba, entre el 22 y el 28 de mayo, a 397,50 euros/100 kg en Badajoz; 402 en Ciudad Real; 398,35 en Córdoba; 394,56 en Granada; 402,77 euros en Málaga; 403,19 en Sevilla; 400 en Tarragona y 401 euros/100 kg en Toledo.

El instituto italiano Ismea constata que, entre el 15 y el 21 de mayo, los vírgenes extra rondaban los 5,88 euros/kg en ese país; 3,30 los lampantes y 3,99 los vírgenes.

Los productos de mayor calidad se pagaban en esta misma fecha a 3,90-4,26 euros/kg en origen en Grecia y 4,25-4,53 euros en Túnez.

De acuerdo con las estadísticas de seguimiento de la AICA, las exportaciones de aceite de oliva españolas -entre octubre de 2016 y abril de 2017- alcanzaron las 573.100 toneladas, un 29 % más en tasa interanual, mientras que el mercado interior ha acusado los altos precios y salieron 297.100 toneladas, un 10 % menos.

El comercio exterior logra compensar los descensos de ventas en España y eleva un 12 % las salidas, con 870.200 toneladas.

Los stocks no llegan a las 804.000 toneladas, que están, sobre todo, en poder de las almazaras (576.500 toneladas) y envasadoras y refinerías (199.400 toneladas), ya que los almacenes del Patrimonio Comunal Olivarero solo guardan 28.000 toneladas.

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