El pasado 22 de diciembre, en el pleno extraordinario celebrado en el Ayuntamiento de Pozuelo, se aprobó iniciar trámites de modificación del Plan de Ordenación Municipal para regular la instalación de explotaciones de ganadería industrial.
En el acta del pleno se reconoce que hasta la fecha la normativa actual «no protege los modos de vida tradicionales y puede potenciar la implantación y el auge como el de las explotaciones ganaderas intensivas de todo tipo, que está experimentando un gran desarrollo en los últimos años, apoyado fundamentalmente en la demanda exterior, y que a pesar de promover cierto desarrollo económico, resulta especialmente invasivo en cuanto a impactos generados sobre el territorio y el medio natural».
Por eso «que el Ayuntamiento de Pozuelo, con el objetivo de preservar el suelo rústico protegido de estas transformaciones ajenas a la naturaleza de estos terrenos, pretende introducir una regulación de estas actividades que permita garantizar no solo la preservación de los valores que originaron la protección de los terrenos, cuestión que debe quedar garantizada mediante la tutela que ejercen las distintas administraciones con competencias sectoriales, sino también asegurar que los usos del suelo son congruentes con su utilidad pública, la función social de la propiedad y son acordes con el medio ambiente y natural, garantizando en todo caso la protección del paisaje tradicional»
Por lo tanto, y mientras se trabaja en el texto de modificación puntual del Plan de Ordenación Municipal, el ayuntamiento acuerda paralizar las licencias de las instalaciones de ganadería intensiva por una duración de 1 año.
Esta noticia ha sido celebrada con entusiasmo y alivio desde la plataforma vecinal contraria a la instalación del proyecto de ganadería intensiva cuyo promotor es CEFUSA, que pretendía instalar 6 explotaciones porcinas de madres y recría con capacidad para cerca de 85.000 cerdos.
«Por fin, desde el ayuntamiento usan las herramientas disponibles para defender a toda la comarca de esta invasión. Veníamos reclamando desde hace años un acuerdo como este, por fin ha llegado y ya podremos respirar tranquilos. Nuestras tierras, nuestro entorno, nuestra salud, nuestra agua se protegen ante estos proyectos de reconocido impacto medioambiental, social y sanitario»- apunta Inma Lozano, portavoz de la Plataforma No a la macrogranja en Pozuelo y Argamasón.