El municipio cántabro de Potes, próximo a los Picos de Europa, acoge esta semana, del 10 al 12 de mayo, el III Congreso de la Asociación Española de Municipios de Montaña, que pretende avanzar en el diseño de una política efectiva y práctica a favor de una nueva economía de los territorios de montaña.
Este congreso se desarrollará en el Centro de Estudios Lebaniegos de Potes y está organizado por la Asociación Española de Municipios de Montaña y la Red Cántabra de Desarrollo Rural (RCDR).
Según informa el Gobierno de Cantabria en una nota de prensa, el congreso se celebra bajo el título «Construyendo una nueva economía para los municipios de montaña».
El objetivo es debatir y construir acerca de una nueva forma de economía, cultura y sociedad
La Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación del Gobierno cántabro colabora en la organización de este foro junto con la Federación de Municipios de Cantabria (FMC) y el Grupo de Acción Local de Liébana.
En él se plantearán cinco paneles de debate y reflexión, que se llevarán a cabo los días 11 y 12 alrededor de las cuestiones claves y las opciones de futuro de las montañas españolas para superar los problemas a los que se enfrentan, como la despoblación, el envejecimiento, o la crisis económica.
El objetivo es debatir y construir acerca de una nueva forma de economía, cultura y sociedad, «que facilite el equilibrio rural y urbano, y permita el desarrollo sostenible de las poblaciones de montaña».
El congreso se propone avanzar en el diseño de políticas, programas e iniciativas locales de gestión integrada de las áreas de montaña, e impulsar el diseño de políticas autonómicas y estatales específicas para estas áreas.
También se quiere innovar, rehabilitando la histórica economía circular de los pueblos de montaña, recomponer los sistemas productivos locales, e incorporar «las nuevas oportunidades, tendencias y visiones emergentes de interés para las montañas».
Asimismo, el congreso persigue rehabilitar las organizaciones e instituciones comunales en un contexto contemporáneo; redefinir las formas de relación entre las zonas de montaña y el resto del territorio, en especial, las ciudades; y repensar la identidad territorial y cultural de las montañas.
Otro de los objetivos es investigar los sistemas de conocimiento vernáculos de las montañas y sus vínculos con los agroecosistemas locales, y reflexionar sobre el papel de la investigación científica aplicada a la búsqueda de soluciones «desde, para y por la montaña».
La aspiración es apostar «por un modelo compartido de desarrollo entre todos los agentes implicados en los municipios de montaña».