Pedro Gallardo / Vicepresidente ASAJA Nacional y Vicepresidente del COPA-COGECA
En febrero del año 2012 el Parlamento Europeo aprobaba la renovación del acuerdo agrícola con Marruecos que suponía la liberalización del comercio de todos los productos agroalimentarios, salvo aquellos que la Unión Europea considera como “sensibles” para el mantenimiento de la economía agrícola. Uno de estos productos “sensibles” era el del tomate. Aun así, el acuerdo contemplaba un aumento de la cuota de estos productos sensibles que Marruecos podría vender a Europa.
Diez años después de la firma de aquel acuerdo es hora de reclamar con todas nuestras fuerzas una revisión urgente de este acuerdo cuyos resultados han supuesto un grave perjuicio para los intereses de los agricultores de países como España, Italia o Francia.
El escenario al que hemos llegado a día de hoy se resume en competencia desleal y fraude al consumidor. Esto es lo que están sufriendo los productores de tomate de Almería que han contabilizado pérdidas en la última campaña que superan los 25 millones de euros. Unas cifras inasumibles que no podemos permitir porque ponen en grave riesgo el modelo productivo familiar de miles de agricultores.
Desde la organización agraria ASAJA hemos mantenido reuniones con todos los grupos parlamentarios del PE para trasladar nuestra preocupación y exponer la problemática derivada del acuerdo de cooperación comercial. Todos ellos han mostrado su predisposición a hacer un frente común que permita construir una posición española unida y cohesionada a la hora de defender el sector en los foros europeos.
Además, como miembros del COPA-COGECA, hemos conseguido que esta asociación de organizaciones agrarias europeas asuma nuestras reivindicaciones y envíe una carta al Comisario de Comercio de la Comisión Europea, Valdis Dombrovski, en la que expone la problemática que está viviendo el sector del tomate en nuestro país como consecuencia del acuerdo comercial UE-Marruecos.
En este escrito instamos a la Comisión a que realice un estudio exhaustivo sobre el impacto del aumento de las cantidades importadas de frutas, hortalizas y de tomates europeos destinados a la importación y se hace referencia al deterioro de la situación económica de las zonas rurales europeas.
No nos podemos olvidar de la repercusión que la salida del Reino Unido de la UE ha tenido sobre el mercado europeo. El mercado británico ha sido destino de más de la mitad de los tomates europeos de exportación. Sin embargo tras la salida de los británicos de la UE los contingentes del acuerdo UE-Marruecos no han sido renegociados. La salida de 66 millones de habitantes de la Unión Europea es suficiente motivo para que los contingentes arancelarios se reduzcan, al igual que ha ocurrido con Japón.
Insistimos en la necesidad de aplicar nuevas disposiciones que reduzcan las ventajas competitivas que existen en la actualidad en relación a los métodos de producción de Marruecos. También sería conveniente que se actualizara el precio de referencia de entrada de los productos porque el que está vigente actualmente se fijó hace 20 años.
Y no me quiero olvidar de la sentencia europea que establece que Marruecos no puede exportar productos del Sáhara en el marco del acuerdo entre la UE y el país africano.
Es necesario que la Comisión Europea proponga que se habiliten cláusulas de salvaguardia y asigne indemnizaciones a las zonas rurales europeas que se hayan visto perjudicadas por el Acuerdo.
Desde ASAJA continuaremos trabajando para conseguir la revisión del acuerdo comercial y seguiremos dando pasos firmes en la defensa de los productores de tomate de Almería porque, si no revertimos la situación, pronto puede extenderse a otros productos. Se trata de defender la supervivencia de nuestros productores de tomate, no de ir en contra de nadie. Demandamos un acuerdo justo que cuente con garantías y que cuyo cumplimiento se vigile desde la Unión Europea.
Ese es nuestro compromiso con los productores de tomate y con el resto de agricultores y pueden estar seguros de que nos vamos a dejar la piel en la defensa de sus intereses.