La ola de calor de estos días en la parte más occidental de Andalucía puede afectar «muy gravemente» a la próxima cosecha de olivar, según ha indicado el asesor en olivar ecológico Vicente Rodríguez Niño.

Según ha explicado a Efeagro el experto oleícola jiennense, en las zonas donde la floración del olivo está siendo más tardía esta ola de calor -con temperaturas cercanas a los 40 grados- «puede causar una pérdida importante de cosecha, pues el olivo en esta época está muy indefenso a estas temperaturas altas».

En cambio, en las zonas tempranas donde la aceituna está con un tamaño significativo, Rodríguez considera que la afección es mucho menor ya que el fruto ya está bien diferenciado.

Al mismo tiempo, el asesor oleícola entiende que esta climatología, con temperaturas entre 35 a 40 grados, favorece los tratamientos contra la prays en el olivar y evita la utilización de otros insecticidas.

Eso sí, Rodríguez advierte de que hay que estar atento a la plaga de la mosca del olivo que este año, con una primavera lluviosa y suave, se ha visto afectada por una picada tardía que en muchas zonas ha mermado la producción y calidad de los aceites.

En este sentido, cabe destacar que, a pesar de que faltan todavía tres semanas para su entrada oficial, las altas temperaturas, la ola de calor de estos días y las mayores necesidades de suministro de agua a la población para poder soportarlas, junto con los primeros coletazos de la temporada alta en el turismo, tienen unos afectados directos. Los embalses andaluces comienzan a perder recursos y esta semana almacenan en su conjunto poco más de 7.200 hectómetros cúbicos, de los que 4.800 corresponden a la cuenca del Guadalquivir y 2.400 a las intracomunitarias gestionadas por la Junta.