La organización agraria UPA Madrid ha pedido al Gobierno regional que actúe para minimizar los daños que causan los rabilargos al viñedo, que están devorando viñas enteras y causando graves pérdidas.
Los incendios forestales causan graves daños al ecosistema, algunos son muy inmediatos y evidentes, y otros se dejan sentir varios años después. Es lo que está ocurriendo en la Sierra Oeste de Madrid, donde un incendio forestal ocurrido años atrás destruyó el hábitat de una especie de aves, el rabilargo, provocando su desplazamiento a las zonas vitícolas del oeste de Madrid, especialmente en los municipios de Cenicientos y Cadalso de los Vidrios.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Madrid ha trasladado la situación que afrontan los viticultores de esa zona amparada por la Denominación de Origen “Vinos de Madrid”. “Las pérdidas son enormes, las uvas se han convertido en la principal fuente de alimentación de los rabilargos”, denuncian desde UPA.
Esta organización reunió la semana pasada a agricultores de la zona con representantes de las direcciones generales de Agricultura y Biodiversidad del Gobierno regional, a miembros de la cooperativa de Cenicientos, al presidente de la Federación de Caza de Madrid, al presidente de la asociación de propietarios de fincas agrarias de Cadalso de los Vidrios y a representantes de UCAM (Cooperativas Agroalimentarias de Madrid), para afrontar esta problemática.
INVASIÓN DE RABILARGOS
“En esta zona siempre ha habido rabilargos y se ha contado con ciertas pérdidas, pero lo de esta campaña es una invasión”, lamentan los agricultores. El incendio de hace años modificó su ecosistema y ahora se han desplazado a zonas de viñedo, donde devoran también higos y aceitunas.
El rabilargo es una especie no protegida pero tampoco cinegética, por lo que hay que aprobar procedimientos específicos para su control poblacional, algo “imprescindible”, a juicio de UPA, para minimizar los daños en el viñedo, ya muy afectado por la sequía y las tormentas del mes de septiembre.
UPA ha explicado sobre el terreno la situación a los técnicos del Gobierno regional, a los que ha pedido un plan de control del rabilargo, que incluya trampeo, siembra de especies florales en terrenos forestales y limpieza de las fuentes de agua en el monte para que el rabilargo vuelva a sus zonas de alimentación tradicionales.