Parece que una vez que se ha acabado el Mundial, los agricultores franceses se aburren y como prácticamente cada verano apuestan por quemar los camiones españoles, esta vez cargados de fruta. Como siempre sucede, no se trata de un “ataque a España”, sino de una forma simbólica de protestar y de llamar la atención de los políticos galos sobre los problemas que padecen por los precios de sus frutas. Y si ellos lo dicen, será verdad, pero también si lo que quieren es llamar la atención se podrían quemar a lo bonzo frente al Ministerio galo de Agricultura y dejar a los camiones españoles (que en muchos casos ni siquiera iban destinado a su mercado, sino a otros países) en paz.

    Pero lo patético de estos ataques es que han pasado de ser un hecho “aislado”, como decía el comisario Ciolos, a una campaña preparada para atacar a cada camión ‘aislado’ que encuentren siempre que tenga matrícula española. Y esto no ha acabado, sobre todo porque desde el Gobierno de París no se habla de condenas, de protecciones policiales o de sanciones a los asaltantes, sino de iniciar una campaña de publicidad para que se vendan más los productos de ‘Origen Francia’, eso si con el respaldo de las distribuidoras. Esas mismas distribuidoras que se encargan de poner los precios a los productos franceses y que ahora en envuelven en su bandera tricolor para unirse contra el pérfido enemigo español, aunque no hayan tenido hasta ningún reparo en comprar a precio de saldo fruta española para venderla en pleno París con grandes beneficios para ellos.

     Porque, no nos engañemos, el problema de fondo es que hay una caída de precios en todos los países productores de la UE (aunque siempre se ataquen sólo a los españoles y un puerto donde se descarga producto marroquíes a precio de saldo tras la nueva bajada de pantalones de la CE) y no hay un agricultor en España que este año se esté frotando las manos con su cosecha, porque muchos han tenido que incluso tirarla o no recogerla porque les era más rentable que venderla a un precio por debajo del coste.

     Pero ya se sabe, Europa somos todos…. Hasta que hay que incendiar camiones, que es cuando España surge con fuerza como una gran potencia. Tanto que, a  este paso, el Gobierno va a ampliar el Plan PIMA Tierra no sólo a los vehículos agrícolas, sino a los de transporte de mercancías agrarias.

     Cuando hay una crisis, como ésta de los precios, siempre hay que buscar un enemigo cercano a quien culpar de todos los males. Nosotros tenemos a Marruecos y Francia, a España. La diferencia es que aquí protestamos en todos los foros… y no nos hacen caso. Ellos, queman camiones españoles, les engañan con una campaña de marketing… y seguirán si cobrar más por su fruta.

     Y todo porque los distribuidores, que al final son los que manejan el cotarro, se pasan todo por el forro de los huevos, dicho sea con educación… e indignación. Por eso, lo que deberían hacer los agricultores galos es quemar esos mismos huevos y hacerse unas tortillas, que dicen que eso sí es de ‘Origen Francia’, y dejarnos a nosotros en paz, que bastante tenemos con la que tenemos como para vengan los vecinos a jodernos más la vida.

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