En los hogares en los que más se incrementó el consumo, sin embargo, fueron en los de jóvenes independientes, con un 11,4% más hasta una media de 31,13 kilos.
Por Comunidades Autónomas, Canarias, Asturias y Murcia lideran el consumo de patata, mientras en el extremo opuesto se sitúan La Rioja y Castilla y León.
La patata fresca fue la más consumida, con 23,13 kilos per cápita, y registró también la mayor subida, con un 3,1% más en 2012, aunque el gasto en ella bajó un 4% por la rebaja del 6,9% en los precios medios. En particular, el Ministerio subraya la "fuerte caída" registrada en junio de 2011, que sólo comenzó a recuperarse en abril de 2012.
Aumentó también la demanda de patatas procesadas, con un 2,6% más, mientras el gasto bajó un 1,1%, por un descenso del 1,5% en la cotización media.
El consumo per cápita fue de 1,23 kilos para esta variedad, consumida sobre todo por parejas con hijos y hogares monoparentales en ciudades de más de 500.000 habitantes. De nuevo fueron los jóvenes independientes los que más incrementaron el consumo de patata procesada, con un 15,5% más. Por regiones, a la cabeza figuran Andalucía, Valencia y Cataluña.
Las patatas congeladas fueron las únicas en las que descendió el consumo, con un 1,4% menos en volumen y un 2,4% menos en gasto. El consumo per cápita se situó en 940 gramos.
El perfil de hogar consumidor para esta variedad va desde parejas con hijos de edad media y mayores, a hogares monoparentales en poblaciones de entre 10.000 y 100.000 habitantes, sobre todo en Andalucía, Canarias y Castilla-La Mancha.