Cuando más de media España mira al cielo en busca de nubes, la tormenta de agua y pedrisco del martes 18 afectó a unas 900 hectáreas en la comarca de Utiel-Requena, especialmente de viña, que podría llegar a pérdidas de unos 500.000 euros de daño directo por el pedrisco esta campaña, según la Unió de Llauradors.

En menor medida, los daños han afectado también al almendro y olivo y se suman a los producidos el lunes en la misma comarca y a las consecuencias por las heladas del pasado mes de marzo, ha informado la organización agraria en un comunicado.

La Unió espera que se tengan en cuenta estos daños a la hora de elaborar la Orden de reducción de módulos fiscales

La Unió estima que la viña afectada por el pedrisco, que se encuentra en los estados fenológicos E y F, tendrá una afección entre el 40 y el 75% según la orientación de las parcelas y llegará a pérdidas de 500.000 euros de daño directo en esta campaña aunque habrá que esperar a ver la evolución por si ha afectado a la madera, de cara a la próxima.

Ante esta situación, la organización agraria ha instado a los ministerios de Agricultura y Hacienda a que tengan en cuenta estos daños a la hora de elaborar la Orden de reducción de módulos fiscales, cuya publicación se espera pronto.

La tormenta se ubicó fundamentalmente en la zona noroeste de la comarca y se localizó con mayor intensidad en las pedanías de Utiel de Las Casas, Los Corrales, Las Cuevas y La Torre, así como en Caudete de Las Fuentes.

En total, La Unió estima que la zona más dañada ocupa una superficie aproximada entre 700 y 900 hectáreas, principalmente de viña y en menor medida, de almendro y olivo.

Preocupa la evolución de la variedad Bobal, ya que es frecuente que las nuevas brotaciones muevan a madera en lugar de producir uva, al igual que existe «cierto temor» a que el exceso de humedad favorezca la aparición de hongos que incrementen los costes de producción.

Por lo que se refiere al olivo, igual que con el almendro, los daños han sido inapreciables

Lo que más preocupa a los viticultores de la comarca, según La Unió, es que con el descenso de las temperaturas se produzca la marchitez fisiológica de la Bobal que, aunque ya contemplada en el seguro agrario, provocaría graves pérdidas económicas.

Respecto a la almendra, ya afectada por las heladas de marzo con unas pérdidas cuantificadas en más de 1,5 millones, es el segundo cultivo más afectado y, aunque los daños no serán tan importantes como entonces, ha provocado en algunas parcelas pérdidas de más del 70% de el fruto, que se encontraba en fase de engorde.

Por lo que se refiere al olivo, igual que con el almendro, los daños han sido inapreciables debido a la inexistencia de frutos en campo, según la organización agraria.

A pesar de todas estas circunstancias, y en líneas generales, La Unió considera que las lluvias, aunque repartidas desigualmente en la comarca, serán bastante beneficiosas para el resto de las zonas no afectadas por el pedrisco y también para otros cultivos.

En este sentido, los cereales se verán muy beneficiados por las lluvias, ya que al no tener aún la espiga formada no se han visto afectados por el pedrisco.

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