El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha mostrado hoy su preocupación por el fraude detectado en Francia en relación a la venta de vino rosado e invita a las autoridades a comprobar que el etiquetado refleje la realidad del producto.
Así lo ha afirmado este miércoles 11 de julio en la entrevista en los Desayunos de TVE, insistiendo que este hecho «sólo afecta a los importadores franceses» y, «en absoluto», ni a los productores ni a los exportadores españoles.
La noticia de que los servicios antifraude franceses descubrieron una estafa de gran escala por la que se vendió vino rosado importado de España a granel que se presentaba como si fuera francés se conoció en días pasados.
La Dirección General de la Competencia, el Consumo y la Represión de Fraudes (DGCCRF), que llevó a cabo una investigación en 2016 y 2017, estimó que más de 70.000 hectolitros de vino español fueron maquillados, lo que equivale a 10 millones de botellas.
La razón que está detrás de este fraude de grandes dimensiones es que el rosado español se compraba en 2016 por una media de 34 céntimos de euro el litro, cuando el francés valía de 75 a 90.
«para el vino y para todo tipo de productos»
El ministro ha reconocido que este tipo de actuaciones sí puede afectar a la imagen del vino español del que, «como consumidor», defiende por su «impresionante» relación entre calidad-precio, aunque haya también exportaciones a granel en las que «en ocasiones» se realizan fraudes de etiquetado.
En este sentido, ha instado a las autoridades franceses a controlar que el etiquetado refleje la realidad del producto en sí, una medida «para el vino y para todo tipo de productos».
En su intervención, el ministro ha vuelto a citar la digitalización del medio rural como uno de los objetivos de la acción de su Departamento, así como llevar a buen puerto las negociaciones para la reforma de la Política Agraria Común en Bruselas.
Ha repasado otros temas de actualidad sectorial -como el incremento al arancel a la aceituna negra de mesa española por parte de la administración Trump o la necesidad de relevo generacional en el campo- y general, como la defensa de la Constitución «que lleva en el corazón» en el marco de la situación de diálogo con Cataluña.