EFE.- Además del Gobierno catalán se han pronunciado en contra de este plan, que este viernes será sometido a ratificación por parte del Comité de Autoridades Competentes, nueve integrantes del Consejo, entre ellos CHA y los grupos ecologistas, y ha recibido cinco abstenciones provenientes de IU, los sindicatos y dos de las tres empresas hidroeléctricas representadas.

   Las otras ocho comunidades autónomas que conforman el Consejo han votado a favor del plan, así como las asociaciones de regantes y los municipios, entre los que se encontraban representantes catalanes como el ayuntamiento de Lérida o regantes de esta comunidad, ha explicado el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Xavier de Pedro, en rueda de prensa.

   De Pedro ha valorado que este acuerdo es el "punto final" a un largo retraso porque el plan debería haberse aprobado a finales de 2009, y ha resaltado que cuenta con un "amplísimo consenso" pese a la dificultad de encontrar el equilibrio entre las pretensiones de todos los integrantes.

   A su juicio, este plan favorecerá el desarrollo del valle del Ebro desde el punto de industrial, energético y agroambiental en equilibrio con las demandas medioambientales, además de ser un plan "de inversiones" que permitirá la creación de 18.000 puestos de trabajo y la inversión de 600 millones de euros hasta su finalización en 2015, fecha en la que está prevista una revisión del mismo.

   A este respecto, ha añadido que se ha rebajado la previsión inicial de la inversión del plan un 30 por ciento debido a la crisis económica y ha dicho que los 600 millones de euros anuales se destinarán a medidas medioambientales relativas al caudal y las depuraciones, a facilitar la demanda de agua y a los fenómenos originados como consecuencia de las sequías y avenidas extraordinarias.

   Con respecto al voto en contra emitido por la Generalitat de Cataluña, De Pedro ha explicado que existen "dos visiones diferentes" en esa comunidad, que son las de los regantes y municipios, que han votado a favor, y la del Gobierno, que se ha opuesto al mismo por el caudal del Delta del Ebro.

   En este sentido, ha añadido que se trata de posturas "irreconciliables" porque la Generalitat pedía 7.000 hectómetros cúbicos anuales en años secos, cuando en la actualidad es de 3.200, y es "imposible" de cumplir esta pretensión porque "hipotecaría las demandas", ha dicho.

   De Pedro ha apuntado que el Ejecutivo catalán no se ha pronunciado este jueves sobre la posibilidad de tomar medidas judiciales contra este plan.

   El responsable ministerial ha apuntado que, en cualquier caso, el plan, con el informe favorable del Consejo del Agua, que será refrendado mañana por el Comité de Autoridades Competentes de la CHE, se remitirá al Gobierno para que sea aprobado por Real Decreto y pueda entrar en vigor, de forma que la CHE cumple el compromiso de que el Ejecutivo pueda aprobar todos los planes de demarcaciones antes de fin de año.

   El plan, ha afirmado, recoge algunas de las 1.619 alegaciones presentadas al mismo como las relativas a los caudales ecológicos, donde se ha incluido la creación de un caudal para el río Segre a su paso por Lérida, o algunas referentes a las reservas territoriales de las comunidades autónomas, entre las que se ha incorporado una en favor de Cataluña.

   El plan reconoce, en materia de usos agrarios, que existe un déficit de 900 hectómetros cúbicos anuales por aspectos como el cambio climático o la falta de obras de regulación a cuya ejecución los colectivos regantes han supeditado su apoyo para la revisión del mismo en 2015.

   En los usos hidrológicos el plan incluye por vez primera la restitución territorial y medioambiental y también recoge la reivindicación de Aragón de contar con una reserva de 6.500 hectómetros cúbicos.

   El presidente de la CHE ha resaltado que en la reunión celebrada hoy en Zaragoza han participado todos los miembros del consejo y se han puesto de manifiesto tres cuestiones fundamentales como son la reivindicación de las obras de regulación por las asociaciones de regantes, la preocupación por las especies invasoras como el caracol manzana que afecta al Delta del Ebro y los efectos favorables para la prevención de riadas que tiene la retirada de áridos.

   Con respecto a la abstención de dos de tres de los representantes de las hidroeléctricas, ha explicado que tampoco se podían recoger sus pretensiones porque es necesario mantener el equilibrio entre el desarrollo económico y el medio ambiente, si bien ha insistido en la "voluntad de colaboración" de las mismas porque tampoco han votado en contra y la tercera lo ha hecho a favor del plan.

   El presidente de la CHE ha resaltado también la importancia del informe favorable logrado hoy porque las ayudas europeas en materia agrícola están condicionadas a la aprobación de este Plan de Demarcación, ha concluido.

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