Para el alcalde de la localidad, Ernesto Agudiez, el Jarramplas, cuya celebración posee el marchamo de interés regional, es una fiesta de "suficiente envergadura e importancia" como para que sea considerada de interés turístico nacional

   "El año pasado llegamos a Polonia, Italia, Francia, República Checa y este año hemos salido en la revista TIME y tenemos aquí a un equipo de nueve personas que han venido desde Japón para grabar un programa de máxima audiencia -unos 40 millones de japoneses verán las imágenes de Jarramplas- y por eso creo que ha llegado el momento de dar un empujoncito a esta fiesta", ha destacado a Efe, el primer edil.

   En este sentido, Agudiez ha abogado por "utilizar" al Jarramplas como "reclamo" de toda Extremadura y para vender la región como un lugar "culturalmente muy rico, con tradiciones muy consolidadas y muy bien conservadas".

   De igual forma, ha animado a aquellos que todavía no conocen este singular festejo a que se pasen por Piornal "a soltar un poco de adrenalina castigando al Jarramplas".

   Y es que, y dejando a un lado la tradición religiosa de la fiesta, durante Jarramplas lo que se hace es precisamente eso, arrojar nabos, cuantos más y más fuerte mejor, al traidor. Como es tradición, el Jarramplas, en esta ocasión encarnado por José María Pérez Iglesias y Sergio Salgado Miguel, dos piornalegos de 33 y 31 años, respectivamente, ha hecho su primera "salida" tocando el tambor por las calles de Piornal y recibiendo una intensa lluvia de nabos -hay preparados unos 22.000 kilogramos traídos desde La Vera cacereña y los campos de Segovia- sobre su cuerpo a modo de "castigo" infligido por los vecinos.

   El Jarramplas protege su cuerpo desde 1993 con una especie de armadura de fibra de vidrio que años atrás estaba reemplazada por la sucesión de varios pantalones, hasta siete, cuya tarea era la de amortiguar los proyectiles arrojados por los vecinos.

   Las imágenes curiosas y divertidas se han sucedido durante todo el paseo del personaje, como los intentos de los más pequeños para hacer llegar sus nabos sobre las cabezas de los adultos o la mala puntería de muchos, que a dos manos intentaban infructuosamente que sus proyectiles en forma de nabos llegaran al cuerpo del Jarramplas, todo ello con el añadido del "peligro real" de la nieve y el hielo en calzadas y aceras.

   Llegada la medianoche y una vez cantadas las "alborás" del santo, se cocinarán unas migas para todos los asistentes.

   Los actos proseguirán mañana, lunes, con la celebración de la Misa Mayor, la procesión y el canto de las tradicionales "roscas", y ya por la tarde se producirá la última salida del Jarramplas.

×