Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, ante la reunión que mantuvo ayer la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo donde se puso sobre la mesa la posibilidad de reducir el uso de fitosanitarios un 80% para 2030 y se apoyaron unos estándares más estrictos para las explotaciones ganaderas en la directiva de emisiones industriales, censura la obcecación en acometer el Pacto Verde y sus estrategias, del que se derivan estas medidas, pese a que perjudicaría a los agricultores y no es determinante frente al cambio climático si se sigue permitiendo la entrada de toda clase de productos en la UE.

Unión de Uniones considera inevitable poner en marcha actuaciones encaminadas a paliar el avance del cambio climático, también en la agricultura y la ganadería, pero critica que éstas sean a costa del trabajo de los productores europeos y se contemplen medidas aisladas estrictamente a nivel de la UE sin tener en cuenta el contexto mundial.

La organización recuerda que el Pacto Verde Europeo se presentó en diciembre de 2019. «Mantener la misma hoja de ruta como si en estos últimos años nada hubiera sucedido en el mundo -o incluso ir más allá tal y como representa la propuesta debatida en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo- es una irresponsabilidad y atenta contra el propio modelo productivo que queremos conservar», consideran desde Unión de Uniones.

«NO VALE DECIR QUE VAMOS A REDUCIR EL USO DE PESTICIDAS PARA COMBATIR EL CAMBIO CLIMÁTICO Y A LA VEZ IMPORTAR ALIMENTOS QUE HAN USADO ESOS MISMOS PESTICIDAS”

La organización recuerda que las producciones agrarias y ganaderas europeas son de las más eficientes climáticamente a nivel mundial y las más exigentes desde todos los puntos de vista. Por tanto, en el previsible contexto de crecimiento del consumo mundial de alimentos «no tendría sentido limitar la producción o dejar de producir determinados alimentos en la UE, ya que simplemente se trasladaría la huella medioambiental y de otras prácticas no sostenibles a otros países menos eficientes productivamente, poniendo en peligro la soberanía alimentaria de la UE que, por otro lado, tanto se quiere defender».

«No vale decir que vamos a reducir el uso de pesticidas para combatir el cambio climático y a la vez importar alimentos que están a miles de kilómetros de distancia que han usado esos mismos pesticidas y con dudosa garantía de los derechos laborales», comentan desde la organización.

Unión de Uniones señala también que al querer desmantelar unilateralmente las herramientas para proteger la sanidad de los cultivos o ganaderías, con la eliminación de materias activas o de productos veterinarios, se está poniendo en riesgo la capacidad exportadora agroalimentaria en la UE. «Ya se han dado casos de bloquear en frontera la entrada de productos europeos en algunos países terceros, por el riesgo que plagas que no han podido ser convenientemente tratadas por no disponer de productos adecuados».

Para la organización, el impacto de la pandemia, de la guerra en Ucrania y ahora la aguda sequía deben llevar a reflexionar a los mandatarios nacionales y europeos de que es necesaria una moratoria en los objetivos marcados por el Pacto Verde y sus estrategias, entre ellas la de la Granja a la Mesa o la de Biodiversidad, con el fin de no socavar la seguridad alimentaria y la viabilidad de las explotaciones agrícolas de la UE.