EFE.- Ese lago, inmortalizado por el cantante español Julio Iglesias en su versión de una tradicional guarania paraguaya de Demetrio Ortiz, está situado a unos 50 kilómetros al este de Asunción y sus aguas son utilizadas para su consumo en las localidades vecinas de San Bernardino, Ypacaraí y Areguá.
El ministro de Obras, Enrique Salyn Buzarquis, en compañía del titular de la Secretaría del Ambiente (SEAM), Heriberto Osnaghi, presentó la petición al fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón.
"Si nosotros hoy venimos a la Fiscalía es para decirles que tomen medidas caso por caso porque la SEAM ha hecho lo que tenía que hacer administrativamente", dijo a los periodistas Buzarquis a la salida de la Fiscalía.
Por su parte, Osnaghi detalló que la petición de intervención afectaría a 194 empresas o fábricas que supuestamente contaminan el Ypacaraí.
"Vamos a agotar todas las medidas y celebro el apoyo del Ministerio de Obras (…) El lago Ypacaraí es una causa nacional donde se deben involucrar todos", remarcó el funcionario.
Recomendó, además, tomar en este momento todas las medidas para evitar un "desastre final" en el lago.
"Tenemos que trabajar en la cuenca, tenemos que terminar con los focos contaminantes", abundó.
El fiscal general también advirtió tras recibir la petición que "sea quien sea" el que esté infringiendo la ley "recibirá las sanciones o imputaciones que correspondan".
El 24 de septiembre pasado, el Ministerio de Salud lanzó una alerta de toxicidad de unas algas detectadas en el lago y pidió a la población evitar el consumo de sus aguas y peces y la práctica de deportes acuáticos.
El organismo sanitario, que ratificó esa restricción el 16 de noviembre pasado, indicó en su día que el 90 por ciento de los focos de contaminación proviene de las industrias y que el exceso de desechos orgánicos fue la causa principal de la aparición de las cianobacterias o algas tóxicas.
El 60 por ciento de esos focos de polución corresponden a desechos de la ciudad de San Lorenzo, en el cinturón industrial asunceno, que a través de arroyos desembocan en el lago.
La SEAM detectó entre las empresas que supuestamente contaminan el Ypacaraí a mataderos de ganado, estaciones de servicio, balnearios y fábricas de materiales de construcción, así como desagües de las cloacas.