Añade que "toda la tramitación se realiza a través del Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA), ya que no se edita en papel, y muchos ganaderos no tienen posibilidad de acceder por carecer de internet en muchos de los núcleos rurales asturianos, sobre todo en las alas".
Campo afirma que "muchos se enteran del acotamiento cuando reciben en sus domicilios la notificación de sanciones por haber invadido su ganado los terrenos acotados cuando no eran conocedores de tal circunstancia ni de la posibilidad de haber presentado alegaciones en tiempo y forma".
Insiste en que "el tracto administrativo se desarrolla a través del BOPA en internet, al que no acceden por falta de medios y en no pocas ocasiones de conocimientos técnicos suficientes".
Ante esta circunstancia, Campo afirma que "la forma actual de proceder trata a los ganaderos como delincuentes injustamente cuando en realidad son los primeros interesados en la buena conservación de los montes en los que pastan sus reses, para los cuales solicitan en muchas ocasiones quemas controladas que la administración deniega y no acomete".
Explica que "es una herramienta de gestión eficaz usada desde antaño, que contribuye a evitar los incendios incontrolados en épocas en las que causan enormes estragos y resultan difíciles de controlar".
E l diputado de Foro recuerda "las reivindicaciones que están realizando ganaderos de toda Asturias afectados por la actual legislación pero también por el procedimiento de aplicación de la misma y que están recogiendo firmas en toda la geografía regional, desde Allande hasta Cabrales".
"Hay que conciliar los intereses ecológicos y los de los ganaderos de forma equilibrada y sostenible, pues de lo contrario el daño será aún mayor e incluso irreversible". afirma Campo.
Añade que "en el caso de los montes rasos no arbolados ha llegado la hora de revisar y valorar la regulación legal y la forma de proceder para adaptarla a las circunstancias y necesidades actuales, teniendo en cuenta todos los intereses afectados".
"Es demasiada la presión que soportan ya los ganaderos asturianos y existe otra forma de hacer las cosas, menos lesiva en todos los aspectos y contemplando excepciones y circunstancias concretas pues en municipios con grandes extensiones acotadas por largos periodos de tiempo sin revisar ni posibilidad alguna de aprovechamiento peligra la ganadería y el propio monte".
Ello porque "al dejarse en abandono genera enorme cantidad de combustibles, idóneos para nuevos incendios", concluye Campo.