La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha reclamado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación un paquete extraordinario de ayudas para los agricultores/as de frutas y hortalizas afectados por las fuertes heladas de la última semana en las principales regiones productoras, que ya está consideradas como las más dañinas de los últimos 42 años.

El preocupante escenario como consecuencia de las mismas marcó la reunión bilateral mantenida el jueves 7 por los responsables de frutas y hortalizas de COAG y altos cargos del MAPA para analizar la difícil situación por la que se atraviesan las pequeñas y medianas explotaciones hortofrutícolas, así como para exponer sus principales reivindicaciones.

MEDIDAS URGENTES CON APOYOS A LA LIQUIDEZ, ABSOLUTAMENTE NECESARIAS PARA MANTENER A LOS AGRICULTORES Y AGRICULTORAS EN EL SECTOR

“Nos encontramos ante una de las heladas más dañinas de los últimos 42 años y hay una enorme sensación de  impotencia y rabia entre los productores. Es una situación extendida en producciones de leñosos, en fruta de hueso, de pepita o frutos secos, pero también en algunas hortalizas, que ha afectado a muy diversas zonas de producción, y que para las pequeñas y medianas explotaciones puede ser el golpe definitivo”, ha subrayado Andrés Góngora, responsable del sector de frutas y hortalizas de COAG.

La situación de las personas jóvenes con inversiones recién efectuadas y falta de ingresos por la pérdida de cosecha, les sitúa en un grave riesgo de abandono. Ni siquiera los sistemas antiheladas han permitido evitar las desgracias, mientras que los seguros muestran claras limitaciones para garantizar la renta de las explotaciones frente a estos eventos. Además, en muchos casos y,  dado el contexto inestable actual, se realizaron compras anticipadas de insumos para asegurar el abastecimiento en la campaña y para afrontar problemas de subidas de precios que ahora no se van a utilizar.

COAG ha reclamado medidas urgentes con apoyos a la liquidez, absolutamente necesarias para mantener a los agricultores y agricultoras en el sector, así como mejoras en los seguros agrarios, que ya no se adaptan a esta situación de crisis climática. En este sentido, se necesitarán mejores coberturas y un apoyo más decidido por parte de las administraciones en su financiación.

Además de la problemática de unas heladas que han sido las más dañinas de los últimos 42 años, se ha realizado un repaso a la situación de pérdida de rentabilidad del sector en un contexto de crecimiento de costes y de la liberalización del comercio, con unas importaciones en una clara posición de competencia desleal, y que además, vienen acompañadas de plagas para las que no tenemos protección. También se ha analizado las posibilidades que ofrece la aplicación de la renovada Ley de la Cadena Alimentaria y la estructura de la nueva PAC.

En este punto, se ha reclamado la aplicación contundente de dicha Ley, el control efectivo de las importaciones y de los dañinos acuerdos de liberalización comercial, así como la creación de un Observatorio de importaciones para conocer qué entra, en qué condiciones y qué tasas se pagan en aduanas. Por otro lado, se ha reclamado un sistema de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) al servicio de la producción, y no del comercio y los fondos de inversión. Es absolutamente necesario incrementar los mínimos de reconocimiento de la OPFH y mejorar sustancialmente sus medidas de gestión de crisis. Finalmente, se ha demandado que las ayudas a los productores de La Palma se concreten, dado que aún no lo han hecho en muchos casos, y se ha solicitado atención para las producciones destinadas a la transformación industrial que sostienen un tejido productivo muy relevante en el medio rural.

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