Estos días se ha publicado en el boletín oficial de Castilla y León la resolución de pago de las ayudas al seguro de recogida de cadáveres de ganado suscrito entre junio de 2014 y mayo de 2015, un pago que se espera que sea inminente. Sin embargo, el retraso entre la suscripción y abono del seguro por parte del ganadero y la recepción de la ayuda de la Junta sigue siendo de cerca de dos años, por lo que ASAJA pide que sin dilación se publique la nueva convocatoria para tramitar la subvención de todos los seguros hechos entre el 1 de junio de 2015 y el 31 de mayo de 2016, el periodo interanual que marca Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA para esta línea de cobertura.
La organización agraria subraya que este atraso está perjudicando a explotaciones de sectores castigados por la crisis, como el vacuno, el cunícola o el porcino, castigando igualmente a granjas de ovino, caprino, equino y aviar. En la última convocatoria recibieron esta ayuda un total de 3.128 explotaciones, que están pendientes de una subvención media de unos 1.000 euros anuales.
Históricamente esta ayuda al seguro de recogida de cadáveres que la Junta aporta se descontaba directamente de la póliza de seguro, el mismo procedimiento que sigue el Estado, a través de ENESA. Hace unos años cambió el sistema, lo que en el tiempo ha generado «una situación atípica que no es buena ni para la administración ni para el ganadero, porque implica complicaciones, demoras y una burocracia tremenda a veces más costosa de sufragar que la propia ayuda que otorga».
Alimentación de necrófagas
Por ello, ASAJA pide a la Consejería que modifique este sistema, para que tanto esta ayuda a la retirada como el resto de ayudas que otorga a seguros agrarios y ganaderos, se apliquen directamente sobre la póliza, sin necesidad de realizar convocatorias posteriores.
Relacionado con este tema, está la escasa operatividad del programa de alimentación de necrófagas con cadáveres de ganado. Para ASAJA, claramente son las excesivas complicaciones burocráticas con las que el ganadero se topa, por lo que pide a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente que revise las condiciones actuales para enderezar las bajas cifras de participación en este programa.
“Que no funcione es negativo tanto para el ganadero, puesto que contratar una empresa de recogida le implica más costes, como para el medio ambiente, puesto que no se cubren las necesidades de disponibilidad de comida de las aves necrófagas, lo que puede generar ataques indeseados sobre el ganado”.
Según los propios datos de la administración, los aportes de ganado siguen estando alejados de las necesidades alimenticias de las especies necrófagas de interés comunitario en todas las provincias de Castilla y León, y de forma más acentuada en las de Salamanca, Ávila, Zamora, León, sur de Palencia y norte de Burgos.