EFE.- Reclaman que se apliquen criterios científicos y de conservación que permitan recuperar el patrimonio público fluvial, en manos, según estos colectivos, de sociedades privadas de pescadores.

Los tramos mejor conservados de los ríos madrileños se siguen utilizando para efectuar sueltas de grandes cantidades de truchas alóctonas, de origen comercial, que están contribuyendo a la desaparición de los últimos ejemplares de las truchas salvajes, denuncian en un comunicado.

En la Comunidad de Madrid las sueltas de truchas comerciales, ajenas a nuestras aguas, es una práctica habitual desde hace décadas, y está causando "graves daños" a la vida silvestre, añade la nota.

En opinión de las asociaciones que suscriben el comunicado, estas sueltas de peces vulneran la legislación ambiental que prohíbe y previene contra la introducción de especies exóticas.

Sostienen también que la Comunidad de Madrid ni siquiera respeta la obligación legal de someter a evaluación ambiental este tipo de intervenciones sobre el medio acuático.

En la Comunidad de Madrid hay un total de 13 cotos trucheros, en 11 de los cuales se sueltan todos los años miles de kilos de truchas ajenas a sus aguas (más de 70.000 kilogramos en 2011).

La utilización de los ríos como piscinas para uso intensivo de una pesca extractiva (se paga un permiso que da derecho a la extracción de un número de peces) es una práctica en regresión desde hace tiempo en España.

Solo la Comunidad de Madrid mantiene este alto porcentaje de cotos de pesca intensiva y en tramos donde las poblaciones salvajes de trucha podrían recuperar sus poblaciones, según el comunicado.

La nota está suscrita por AEMS-Ríos con Vida, Asociación Ecologista del Jarama "El Soto", ARBA (Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono), Ecologistas en Acción, Fundación Nueva Cultura del Agua, GRAMA (Grupo de Acción para el Medio Ambiente), Jarama Vivo, Red Ciudadana por una Nueva Cultura del Agua en el Tajo y sus Ríos (Red del Tajo), Red Montañas y Unipesca.

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