La organización agraria ASAJA le ha pedido a las empresas que envasan y comercializan legumbres, particularmente alubias, la mayoría de ellas leonesas, que se comprometan con el sector productor y ofrezcan contratos, ahora en precampaña, en los que garanticen cantidad y precio.

ASAJA León recuerda que el consumo de legumbres se ha disparado en estas semanas que llevamos de crisis sanitaria y que por lo tanto las empresas comercializadoras van a agotar todas las existencias de la campaña anterior, con lo cual el volumen de compra va a ser importante, aunque la tendencia de las últimas décadas ha sido la de importar dos terceras partes de todo lo que se lleva  a los lineales.

ASAJA pide a las empresas envasadoras de legumbres un mayor compromiso con los agricultores de la provincia de León dando la opción de una alternativa real de cultivo sembrando alubias amparadas por contratos, y considera que al menos deberían de asumir la compra de la producción de 6.000 hectáreas, lo que significaría incrementar la superficie un 50% respecto a 2019. A la vez, ASAJA recomienda a los agricultores siembras prudentes si no se garantiza la compra por parte de los envasadores locales, ya que un exceso de oferta podría hacer caer todavía más unos precios que ya son muy bajos.

En España se comercializan anualmente unas 63.000 toneladas de alubias, de las cuales 45.000 provienen de la importación a granel, y las empaquetan o transforman como productos precocinados  las empresas españolas, muchas de ellas leonesas, para la venta en las grandes superficies. En la provincia de León se produce el 66% de las 18.000 toneladas de alubia, que de media, se recolectan en toda España.

La crisis sanitaria que está viviendo España y el resto del mundo hace reflexionar sobre la necesidad de depender en la menor medida posible de la importación de alimentos, y por el contrario garantizar la autosuficiencia alimentaria con productos que, como las alubias, responden a los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria.

Las alubias se siembran en la segunda quincena de mayo, y tras un ciclo de unos tres o cuatro meses, según variedad, se recolectan en los meses de septiembre y octubre. Los rendimientos normales son de 3.000 kilos por hectárea, y el precio al productor está en una media de 90 céntimos de euro el kilo.

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