Pregunta.- ¿Cuáles son las prioridades de su trabajo como comisario?
Respuesta.- En estos cuatro meses, la seguridad alimentaria y la aplicación de la reforma de la Política Agraria Común (PAC) han estado en el centro de mis preocupaciones. Creo que es fundamental simplificarla desde el punto de vista de los agricultores.
La agricultura es "asunto difícl y sensible" en el posible acuerdo con EEUU
P. Aterriza en España desde EEUU. ¿Cuáles son los retos y las oportunidades del acuerdo comercial, el Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP), de cara a mantener los estándares de la agricultura europea en términos de calidad y seguridad alimentaria?
R.- Obviamente la agricultura es un asunto difícil y sensible en este acuerdo de comercio con Estados Unidos, pero deseamos eliminar todas las barreras en la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (SPS). Estamos lejos ahora mismo, pero espero que en 2016 Estados Unidos haya hecho propuestas que ayuden a dar un comienzo a las negociaciones.
P. ¿Cuáles son las líneas rojas que no se pueden cruzar en este sentido?
R. Uno de los temas fundamentales es el mantenimiento de la calidad alimentaria y los estándares de la Unión Europea, y que podemos trabajar juntos para armonizar las normas un poco mejor, pero los productores y los consumidores europeos demandan una alta calidad. Demandan medios de producción sostenibles. Esos son los principios que queremos ver en cualquier acuerdo al que lleguemos en cualquier lugar del mundo, en el que por supuesto se incluye un futuro acuerdo con Estados Unidos.
"Esperamos que no tengamos que invertir tanto dinero en el futuro con el veto ruso"
P. La Unión Europea se enfrenta actualmente a los efectos del veto ruso. ¿Qué medidas van a ponerse en marcha para contrarrestar esta crisis y prevenir efectos en el futuro?
R. Es lamentable que el presidente Vladimir Putin haya decidido esta difícil intervención política en Ucrania. La Unión Europea (UE) tiene que responder a esta actitud agresiva y tomar medidas. Desgraciadamente, esta decisión ha tenido consecuencias para los productos agrícolas en la UE, que se han paliado con compensaciones a los productores de frutas y hortalizas, y con una serie de medidas en los Países Bálticos y Finlandia para el sector lácteo, que se ha visto muy afectado. Hay medidas de apoyo para hacer frente a corto plazo a estas dificultades financieras que tienen su origen en el veto ruso.
P. ¿Hay un presupuesto concreto destinado a este objetivo?
R. Se han invertido 350 millones de euros en ayudar a los agricultores a superar este problema político, sin tener que recurrir al fondo de reserva. Hemos mantenido el presupuesto y esperamos que no tengamos que invertir tanto en el futuro. Está en manos de Putin tomar la decisión política para retractarse de su postura agresiva en Ucrania.
P. ¿Cree que los ciudadanos europeos valoran el esfuerzo presupuestario de la UE para proteger la agricultura y el valor de sus productos? ¿Cree que son necesarias medidas en esta línea?
R. Podemos hacer mucho más para comunicar a nuestra población el valor de la seguridad y la calidad alimentarias, y la importancia de crear vínculos entre la población rural y urbana. Estoy analizando qué medidas puedo tomar que permitan a los Estados miembros crear oportunidades para promocionar su industria agroalimentaria, en todas sus facetas, y mostrar a los ciudadanos que la comida de calidad no aparece en la mesa por arte de magia, sino que requiere muchos procedimientos y dinero. Es algo que no hay que dar por sentado. La seguridad alimentaria no es un tema solo importante para el mundo rural, sino un reto fundamental para alimentar a la población mundial, un potencial de 9,8 billones en 2050, a la que hay que alimentar. Europa está bien posicionada para hacerlo.
"Sería interesante ver que otros países siguieran los pasos de España" en los transgénicos
P. ¿Cómo ve el futuro de la agricultura ecológica y su equilibrio con la evolución de la biotecnología y los transgénicos?
R. El tema de la biotecnología y los transgénicos es muy sensible políticamente y los consumidores europeos y muchos Estados miembros parecen reticentes a aceptarlo. La Comisión Europea va a revisar su política y espero que este año tengamos un debate para ver qué dirección debemos tomar. Ahora el Parlamento Europeo y el Consejo han alcanzado un acuerdo para dar más libertad a los países en este sentido. España es uno de los países que tiene terrenos para cultivar productos modificados genéticamente y sería interesante ver que otros países siguen esos pasos.
P. Una vez aprobada la reforma de la PAC, el reto principal de su mandato es la aplicación de esta política. ¿Cuáles son los retos para el agricultor europeo?
R. Me interesa ver qué medidas podemos cambiar para simplificar los trámites burocráticos, reducir las trabas administrativas, de cara a los beneficiarios y a la industria alimentaria. Estamos trabajando con los Estados miembros, las organizaciones agrarias y la industria para ver qué cambios con sentido común podemos hacer.
P. La nueva PAC ha establecido los pagos verdes, el llamado "greening", para promover una agricultura sostenible. ¿Qué desafíos se plantean a la hora de transmitir a los agricultores la necesidad de proteger el medio ambiente?
R. Todos los ciudadanos europeos quieren ver buenas prácticas medioambientales. Los mercados emergentes están demandado que tengamos métodos de producción sostenibles y los agricultores tendrían poca visión de futuro si no tuvieran en cuenta las necesidades del mercado en términos medioambientales.
En el largo plazo, deberían proteger la naturaleza para que las nuevas generaciones de agricultores tengan futuro en este sector, y esto es central de cara a la sociedad en general. Que el dinero se invierta correctamente y que, al mismo tiempo, se proteja al medio ambiente para dar buenas oportunidades a las poblaciones rurales.
"Los mercados están apretando mucho los márgenes de los agricultores"
P. Los agricultores piden medidas para paliar los desequilibrios en la cadena agroalimentaria y lograr precios justos. ¿Qué opinión tiene de las medidas que ha puesto en marcha España, como la Ley de la Cadena Alimentaria, y qué cree que puede hacerse a nivel europeo?
R. El mercado está apretando mucho los márgenes de los agricultores y estamos trabajando intensamente en este sentido, prestando mucha atención a los modelos español y británico. Creo que en España hay un buen comienzo, pero veremos cómo se implementan estas medidas y su impacto real en un tiempo. Sin productores no tenemos productos, y eso es fundamental que lo entiendan los detallistas y la industria.
P. En su primer viaje a España como comisario ha podido ver de cerca el trabajo en empresas y cooperativas agroalimentarias. ¿Qué impresión se lleva?
R. Estoy muy impresionado con el nivel de organización de las cooperativas y la modernización de sus plantas, de cara a la producción de alimentos de calidad. Creo que responden muy bien a lo que el consumidor demanda.
Es un gran reto ofrecer productos de calidad, y España es un buen ejemplo de lo que tenemos que hacer en la UE, con el apoyo financiero que aportamos, para que el consumidor esté satisfecho en términos de calidad de lo que producimos.
P. ¿Es compatible este rigor en la calidad con el crecimiento de la población al que se va a someter el planeta?
R. Creo que podemos producir más con menos. Una vez hagamos frente a los condicionantes medioambientales, tendremos que desarrollar conocimientos, técnicas y tecnología en el futuro, y la UE va a ayudar a los productores y a la industria agroalimentaria a cumplir esos objetivos, de cara al Horizonte 2020, y a emprender nuevos proyectos. Esa es exactamente la dirección en la que me gustaría ver el desarrollo del sector agroalimentario. Ahora tenemos que trabajar en la modernización, en la organización de nuestras estructuras para garantizar la seguridad alimentaria en el futuro.