La organización agraria COAG ha pedido al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que se realicen análisis de sangre en origen a todos los lechones que lleguen a España para evitar la entrada de la Peste Porcina Africana (PPA), ante la imposibilidad de paralizar las importaciones.
En un comunicado, COAG ha pedido a las autoridades comunitarias y nacionales que también «extremen» las medidas actuales de bioseguridad en las granjas de destino y se realicen controles más exhaustivos a los camiones que transportan animales de diferentes especies.
Además, plantea que se exijan certificados de limpieza y desinfección a los vehículos de transporte de carne fresca y curada de los países con PPA (Bélgica, Bulgaria y Rumanía) y que las actuaciones se centren también en la fauna salvaje, ya que el último foco detectado en Bélgica la semana pasada tenía su origen en dos jabalíes encontrados muertos.
En este sentido, han reclamado a la Federación Nacional de Caza y a las diferentes administraciones que informen y conciencien a los cazadores de los riesgos que comporta la importación fraudulenta de jabalíes de países de la Unión Europea.
Según COAG, el sector porcino español «no puede permitirse» la entrada de la PPA porque pondría en riesgo «uno de los pilares económicos» del sector agroalimentario español ya que representa el 12,7 % de la Producción Final Agraria y casi el 40 % de la Producción Final Ganadera.
ASAJA CyL pide medidas concretas para frenar la llegada de los lechones importados a nuestro país
Por su parte, la organización agraria ASAJA de Castilla y León comparte la preocupación de las autoridades sanitarias y del mundo de la ciencia veterinaria por el riesgo de que los focos de Peste Porcina Africana, detectados en Centroeuropa, se propaguen a nuestro país. «Esta enfermedad, altamente contagiosa y sin riesgo alguno para el ser humano, provocaría auténticos estragos en la cabaña ganadera porcina con consecuencias devastadoras para la economía agraria, la industria agroalimentaria y la balanza comercial exterior de nuestro país».
ASAJA de Castilla y León, que se reunirá con la Dirección General de Producción Agropecuaria de la Junta de Castilla y León para abordar esta cuestión, pide a las autoridades con competencias en sanidad animal que extremen los controles en la entrada de animales y productos cárnicos que supongan el más mínimo riesgo de difusión de la enfermedad, y particularmente exige que se garantice que ninguna pieza de jabalí, viva o muerta, atraviese nuestras fronteras, como sí ha ocurrido hasta fechas recientes.
ASAJA de Castilla y León pide a las empresas ganaderas del sector porcino que paralicen las importaciones de los lechones procedentes de otros países europeos con destino al cebo en nuestro país, y más en concreto en Castilla y León, pues el sector del porcino español tiene la suficiente dimensión como para no depender de la compra de animales ni de material genético de otros países. A la vez, la organización agraria insta a los ganaderos a que de la mano de sus veterinarios y de las autoridades sanitarias de la Junta, extremen todas las medidas de bioseguridad hasta que de nuevo se minimice el riesgo de epizootia.