EFE.- Pelegrí ha lanzado esta advertencia en el pleno monográfico sobre agricultura que celebra hoy el Parlament, donde ha explicado que la nueva PAC «ya está cerrada a nivel europeo» y que de lo que hay que preocuparse ahora es de «cómo se aplica en los estados».
«En nuestro caso -ha añadido-, debemos preocuparnos porque el Gobierno español tiene una clara voluntad recentralizadora» y se puede producir la paradoja de que «aunque la Generalitat tiene competencias exclusivas en agricultura, posiblemente muchas de ellas no podrán ser ejercidas porque la centralización lo imposibilitará».
Según el conseller Pelegrí, ahora mismo «un agricultor catalán recibe de media la mitad de ayudas que un agricultor español y casi una tercera parte de la que recibe un agricultor alemán», y esto ocurre porque «las prioridades» de la agricultura catalana son distintas a las que defiende el Gobierno español.
Como ejemplos concretos, ha mencionado las ayudas a los olivos, «que en Cataluña son mucho más bajas que en otros lugares del Estado», o las ayudas a la fruta dulce, «que sufren un trato discriminatorio, y mientras que en Alemania se dan, los agricultores catalanes no las reciben».
Otro sector afectado por «el hecho de que las prioridades definidas por el gobierno español no coinciden» con las de los agricultores catalanes, ha dicho, «es el de los frutos secos, donde los productores sólo reciben ayudas parciales que a partir de ahora aún serán inferiores», lo que obligará al Govern a prever «un plan de reconversión».
Pero no todo es negativo, ha puntualizado el conseller, «porque la internacionalización del sector agroalimentario catalán no tiene marcha atrás, y las exportaciones han supuesto 18.000 millones de euros, lo que significa un 2,73 % más que el año anterior».
«Cataluña -ha apuntado- es el segundo clúster regional agroalimentario de Europa» y «avanza hacia la consecución del objetivo de proveer su autoconsumo».
Pelegrí ha señalado que en Cataluña «hay una agricultura competitiva, que es la de regadío, la de secano húmedo, y la de la ganadería intensiva» y otra que «es la desfavorecida, que ocupa una parte importante de la superficie, y que requiere de apoyo específico atendiendo a los problemas concretos».
Para apoyar a este agricultura desfavorecida, la Generalitat pondrá en marcha el Programa de Desarrollo Rural, y Pelegrí ha explicado que la actividad de su departamento en los próximos años estará orientada por nueve ejes con medidas concretas.
Ha precisado, en este sentido, que para estimular la capacidad productiva y la recuperación de tierras abandonadas «habrá una ley de espacios agrarios», se incentivarán las exportaciones y se procurará que las cooperativas tiendan a modernizarse y agruparse.
Se fomentará «la agricultura de proximidad y de autosuficiencia alimentaria», y de acuerdo con la filosofía de la nueva PAC europea, se impulsarán cambios en la maquinaria del sector agrario para disminuir el impacto medioambiental y prevenir el cambio climático.
El Govern cree que «la producción ecológica, que es un sector joven y dinámico, tiene un gran futuro» y la prueba, ha dicho, es que «se ha multiplicado por cinco el número de operadores ecológicos y por once la superficie cultivada».
Sobre la gestión de los bosques y de la masa forestal, Pelegrí ha abogado por potenciar la generación de biomasa en vez de aumentar las plantas de generación eléctrica.
Con respecto al sector pesquero, la Generalitat promoverá «la pesca sostenible» y tratará de compensar los perjuicios que provoca que «las singularidades del Mediterráneo catalán no estén recogidas en la política pesquera común, y si no son tenidas en cuenta es porque las prioridades del Estado español pasan por la pesca atlántica y no la mediterránea».