Las principales reacciones que experimentan los niños alérgicos al huevo son urticaria, angioedema, vómitos, rinoconjuntivitis, broncoespasmo y en algunos casos anafilaxia (reacción generalizada potencialmente grave) que se evitan cuando los niños reciben este tratamiento controlado.
Los pediatras integrantes de la Unidad de Alergia y Neumología Pediátricas, Javier Torres, Ana Molina y Domingo Alvarez, han indicado que en torno al 80 por ciento de los niños que iniciaron el procedimiento han conseguido una tolerancia total y toman su primera tortilla francesa en consulta, reintroduciendo el huevo en su dieta como cualquier otro niño de su edad.
El 20 % restante no ha podido completar la inducción de tolerancia o bien en ellos se ha logrado una tolerancia parcial; es decir, pueden tomar alimentos que lleven trazas de huevo, como es el caso de pastas, bizcochos, rebozados y helados.
Hasta hace unos años, el único tratamiento posible frente a la alergia al huevo era su estricta evitación, que genera situaciones de angustia en los niños y sus familias debido al riesgo de presentar reacciones por ingesta inadvertida.