Apromar ha señalado que el documento consensuado "responde a la difícil situación económica que atraviesan las empresas de acuicultura marina y el conjunto del país" y a que el convenio "ha sido posible gracias a la madurez de las partes" porque en las circunstancias actuales es el "mejor posible, sin ser óptimo".

    Ha añadido que el objetivo es "apuntalar la competitividad de las empresas a la vez que mantener el empleo".

    El convenio aborda la organización del trabajo, las formas de contratación, la clasificación profesional, la jornada laboral, el horario y descansos, las retribuciones, la seguridad y salud laboral y un régimen disciplinario.

    En cuanto a la clasificación profesional, se han establecido grupos "que aumentarán el grado de polivalencia de las personas en las empresas, mejorará la empleabilidad, optimizará la flexibilidad y otorgará movilidad funcional a los trabajadores", según Apromar.

    En el acto de la firma, también se suscribió la incorporación de la Federación Estatal Agroalimentaria de CCOO a la Fundación Laboral Acuicultura, una entidad privada que tiene como objeto desarrollar labores sociales en este ámbito.

    Unas 110 empresas se dedican a la piscicultura marina, con una facturación de 246 millones de euros, según datos de Apromar correspondientes a 2011 (sin incluir cifras de mejillón ni de ostra).

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