EFE.- En una declaración leída con motivo del encuentro informal del Comité de Negociaciones Comerciales y en víspera de la reunión de dos días del Consejo General de la OMC, Lamy fue abiertamente pesimista sobre la influencia futura de la organización que dirige y pidió a los países miembros una seria reflexión sobre su futuro.
"Lo que estamos viendo hoy es la parálisis de la función negociadora de la OMC, ya sea en lo referido a acceso a los mercados o en la adopción de leyes. Lo que afrontamos es la incapacidad de la OMC para adaptarse y ajustarse a las prioridades emergentes del comercio global, que no se pueden solventar bilateralmente", dijo.
Esta situación de estancamiento institucional, agregó Lamy, "implica el riesgo de eclipsar los logros conseguidos en otras funciones de la OMC, como el seguimiento, la vigilancia, la solución de diferencias e incluso la ayuda al comercio".
"Por lo tanto, hay una necesidad urgente de desarrollar un diagnóstico compartido sobre la situación actual de punto muerto y sobre qué se hizo mal, con el objetivo de preparar un debate sobre posibles soluciones y sobre los nuevos asuntos", argumentó.
El Consejo General es la última cita importante de la OMC antes de las vacaciones de verano y antes de la Conferencia Ministerial que se celebrará en el mes de diciembre, y Lamy consideró que debe ser el punto de partida de reflexión sobre el camino a seguir.
"Les urjo a que empleen las vacaciones para reflexionar y venir preparados para enfrascarnos de lleno en una conversación de adultos sobre qué hacemos a continuación", agregó Lamy.
Su intención es que la OMC pueda llegar a la Conferencia Ministerial de diciembre con contenidos reales a tratar y con objetivos realistas, pero antes espera que los países miembros "clarifiquen qué es lo que esperan de esta organización".
"Se trata de abandonar la lista de lo que no se puede hacer y centrarse en la lista positiva de lo que se tiene intención de hacer", concluyó el director general de la OMC.
Dado que los Estados miembros han demostrado que no son capaces de ponerse de acuerdo sobre una serie de cuestiones seleccionadas del programa de la Ronda de Doha para la Conferencia Ministerial, Lamy abogó por que piensen en cómo proceder a partir de 2012.
En mayo, el consenso fue que es imposible cerrar un paquete sobre la Agenda de Desarrollo de Doha (ADD) antes de diciembre y se apostó por impulsar los asuntos relacionados con el impulso al comercio en los países menos desarrollados (el llamado paquete LDC-Plus).
Pero Lamy dijo hoy que su percepción es que "hay una valoración colectiva de que el paquete LDC-Plus, tal y como lo previmos en mayo, no está tomando la forma que hubiéramos deseado".
En este contexto, el director general consideró que ante las próximas citas "lo más realista y práctico para avanzar" será trabajar en dos frentes: el impulso a los asuntos no relacionados con la ADD y la preparación de la agenda de la ADD para después de la reunión de la Conferencia Ministerial".