En esta línea de respuestas a los nuevos incidentes de este jueves en la frontera de Perpignan, FEPEX condena el bloqueo y agresión a camiones españoles de fruta de hueso protagonizados por agricultores franceses, e insta al Ministerio de Agricultura y a la Comisión Europea a que adopten medidas urgentes que permitan aminorar la grave situación de crisis que vive el sector de fruta de hueso en esta campaña y que afecta a todos los productores europeos.
Es una situación que afecta a todos los productores comunitarios
Para FEPEX, esta situación de crisis afecta por igual a todos los productores comunitarios y requiere medidas urgentes que garanticen el libre tránsito y una recuperación de los mercados.
Por ello, FEPEX ha solicitado a las autoridades francesas que tomen las medidas necesarias para que no se repitan los incidentes y al Ministerio de Agricultura español y a la Comisión Europea la aplicación de las medidas excepcionales previstas en la OCM, para hacer frente a las perturbaciones graves de los mercados, considerando que las medidas de gestión de crisis establecidas en el marco de los programas operativos de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas son manifiestamente insuficiente para hacer frente a la situación actual.
UPA critica las formas y el fondo de la campaña contra España
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha criticado duramente la campaña lanzada por el sindicato FDSEA de los Pirineos Orientales en contra de los agricultores españoles. Esta organización está llevando a cabo una campaña que bajo el eslogan “Consume francés, consume local”, tiene como actos centrales la destrucción de productos españoles destinados a la exportación.
UPA ha afirmado que “esta no es forma de protestar, llevando a cabo acciones delictivas y evitando que los agricultores españoles puedan vender su producción”. “Los agricultores franceses nos culpan de algo de lo que somos las principales víctimas: el bajo precio de nuestros productos”, explican. Los agricultores reconocen que son las grandes cadenas de la distribución –francesas en muchos casos- las que determinan el precio de la fruta en nuestro país.
El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, pedirá el “fin definitivo” de estas acciones, que lejos de suponer un “incidente aislado”, como afirmó la semana pasada la Comisión Europea, son “una campaña orquestada por los agricultores franceses y tolerada desde la Gendarmería de aquel país”.
El tránsito de productos agrarios entre Francia y España es habitual, y mientras que la mayoría de los envíos españoles que pasan por la frontera de los Pirineos no tienen como destino el país galo, ocurre que todos los camiones que cruzan en dirección sur se quedan en España. Los agricultores españoles han exigido el fin de estas acciones y han advertido de que no les gustaría llegar a una situación de “ojo por ojo y diente por diente”.
Cooperativas acusa al Gobierno francés de "mentir" tras el incidente
Asimismo, la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) ha anunciado hoy que presentará una "condena formal y contundente" al Gobierno francés por los ataques a los camiones de fruta españoles, a la vez que recuerda que el Servei Català de Trànsit (SCT) ha aconsejado a los transportistas que circulen por la A-9 que, en caso de tener como destino Perpiñán, opten por la salida Perpiñán Norte.
La condena de la FCAC se hará pública durante la reunión del comité mixto hispano-francés-italiano donde denunciará "la violación del derecho de libre circulación de mercaderías en la Unión Europea" que, a su juicio, suponen estos ataques a los camiones, y también expresará su apoyo a las cooperativas y productores afectados por los incidentes.
La FCAC también ha acusado de mentir a los representantes del Gobierno francés que han afirmado que los camiones no llevaban la documentación pertinente.
Surroca también pedirá medidas "excepcionales" de retirada conjunta en los países productores para hacer frente a la crisis de precios que afecta al melocotón y a la nectarina debido a la producción en estock y al descenso de la demanda, que han provocado una saturación del mercado y una caída "insostenible" de los precios.