Ayer, 7 de noviembre, el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, presentaba el Plan Estratégico del Castañar en Andalucía, que contempla la continuidad de financiación a las sueltas de torymus sinensis, dentro del Plan de Seguimiento y Manejo Integrado de la Avispilla del Castaño.
Durante su presentación, el parásito torymus sinensis fue uno de los protagonistas ya que Fiscal reiteró la necesidad de apoyo del Gobierno central en la autorización a los agricultores de la suelta definitiva para paliar los efectos de la plaga de la avispilla, práctica que se ha probado con éxito en otros países como Italia, según informó la Junta de Andalucía en un comunicado.
El MAPAMA ya señaló en su día que“existe un riesgo potencial de que el torymus sinensis liberado al medio natural pueda comportarse como una amenaza para al menos cuatro especies autóctonas de Torymus”, según el Comité Científico constituido para estudiar medidas para atajar el problema de la avispilla en los castañares españoles, por lo que se muestra cauto en su uso generalizado.
Hay que incidir en cómo actuar ante nuevos escenarios climáticos, en cuáles son las medidas que se pueden llevar a cabo
Por su parte, el Plan Estratégico del Castañar aborda también una serie de acciones encaminadas a mejorar el estado actual en el que se encuentran las masas de castaños en Andalucía y dinamizar el sector de la castaña como elemento esencial de desarrollo socioeconómico en las comarcas donde este árbol ha existido y perdura desde hace cientos de años.
Según Fiscal, además de un diagnóstico de la situación del sector en las zonas productoras de la región, hay que incidir en cómo actuar ante nuevos escenarios climáticos, en cuáles son las medidas que se pueden llevar a cabo para que la actividad «perviva, salga reforzada, y siga siendo fuente de riqueza, cultura e historia», tal y como recogía Efeagro.
Andalucía, con 12.000 hectáreas de territorio de castañares, se sitúa como la cuarta región productora de este fruto, muy lejos de Galicia y por detrás de Extremadura y Castilla y León, siendo Málaga la provincia que mayor superficie posee, casi 6.000 hectáreas.
El titular de Medio Ambiente abogó por que se realice un trabajo en una doble vertiente: desde el punto de vista del producto, mejorando la producción y la transformación de la castaña; y desde la perspectiva del castañar, saneando y recuperando su masa forestal y favoreciendo la diversificación económica.
Asimismo, Fiscal también incidió en que se debe poner el foco en la transformación de la castaña en Andalucía para conseguir convertirla en un producto gourmet, demandado en los mercados por su excelencia y peculiaridades únicas.