La vicepresidenta tercera y titular del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, sostiene que el documento remitido al Consejo de Estado que afecta al trasvase Tajo-Segura es el que fue respaldado mayoritariamente en el Consejo Nacional del Agua, en contra de lo que afirman desde el Gobierno valenciano.
Desde Bruselas, el pasado martes, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, reivindicó que, si se produce un acuerdo en el Consejo Nacional del Agua, como el que se alcanzó sobre el trasvase Tajo-Segura, «se tiene que respetar», o en todo caso volver convocar a este órgano y tomar «otra decisión».
Ese mismo día, la consellera de Agricultura, Isaura Navarro, trasladó al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, el malestar por «los cambios que se han producido» en el texto acordado en el Consejo Nacional del Agua sobre el plan del Tajo y avanzó que en caso de persistir la decisión de recortar el trasvase ejercerán las acciones que correspondan.
Pese a que esta misma semana pedía diálogo para evitar «una guerra del agua», ha sido tajente al señalar ahora que «lo voy a repetir por enésima vez. El documento del Tajo que hemos mandado al Consejo de Estado es el que fue respaldado mayoritariamente por el Consejo Nacional del Agua y aquí cada comunidad autónoma, cada sector ha tenido ocasión durante tres años de aportar sus ideas», ha dicho este jueves 12 la ministra en declaraciones a la prensa tras participar en un debate organizado por el Club Diálogos para la Democracia.
«HAY QUE RESPETAR EL CAUDAL ECOLÓGICO DEL TAJO, PORQUE HAY SENTENCIA, PORQUE SE NECESITA Y PORQUE ES UN RÍO COMPARTIDO»
Es obvio, ha añadido, que en muchos casos, «las ideas no eran compatibles entre sí,» pero se logró «un consenso extraordinario en torno a algo que es novedoso» -el caudal ecológico del documento del Tajo- que se debe respetar porque es legislación, porque hay sentencias, porque se necesita y porque «es un río compartido».
Ese caudal ecológico, ha aseverado, se ha fijado para el Tajo con arreglo a criterios técnicos y científicos, que «son exactamente los mismos que se han utilizado para la fijación de caudal ecológico en el resto de las demarcaciones hidrográficas de España».
«Castilla-La Mancha aceptó que no podía ser su pretensión cuantitativa y que social y económicamente necesitábamos poder garantizar a las cuencas receptoras del trasvase un volumen de agua adicional suficiente», ha ampliado.
Este caudal, ha apuntado, debía aplicarse de manera progresiva para dar tiempo a que la inversión en agua desalada, interconexión de desaladoras o más agua reciclada y más eficiencia diera su fruto y no hubiera ningún tipo de tensión ni de preocupación para los regantes, asegurando el compromiso para con ellos de poder contar con un precio «asumible y razonable».
«Así que no, lo que ha salido del Consejo Nacional del Agua ha sido el texto que, a pesar de esa propuesta de último minuto de algunas comunidades de regantes de algunas comunidades al verse rechazado por la inmensa mayoría del Consejo Nacional del Agua no fue posible incluir y se volvió al consenso previo de fijar este caudal creciente a lo largo de cuatro años», ha insistido.
Durante su intervención en el debate y sin hacer alusión directa a la oposición de la Comunidad Valenciana, Andalucía y Murcia al recorte al trasvase Tajo-Segura, ni a la multitudinaria manifestación de los regantes en Madrid, Ribera ha defendido que nunca ha habido tanta inversión en infraestructuras hídricas para, por ejemplo, que la gente deje de depender de cuánto llueva en la cabecera del Tajo para poder satisfacer sus necesidades de agua.
«No siempre se cuenta con el respaldo total, pero todos los ríos deben contar con algo tan elemental como es la definición de caudal ecológico», basada en criterios técnicos y científicos comunes para todos los ríos.
«No es que tengamos enchufe por un río o por otro y el río más caudaloso de la Península Ibérica (…) no lo tenía», lo que hizo que el documento del Tajo se anulara en varias ocasiones.
«Soy optimista y el mensaje es un mensaje de tranquilidad», ha afirmado la ministra, que ha pedido a los grupos políticos responsabilidad y que dejen de buscar «argumentos demagógicos» porque no se trata de generar más preocupación, sino de aportar propuestas sobre cómo resolver los problemas y sin distorsionar o desequilibrar en favor de grandes corporaciones.
También ha dicho confiar en «una convergencia creciente sobre por qué es importante el agua» y, si bien ha admitido que «no siempre es fácil encontrar propuestas de política pública y marcos de ordenación» que satisfagan a todos, ha subrayado que ha habido un progreso muy notable en el entendimiento del agua en España.
«Hemos trabajado durante casi tres años en la preparación del siguiente ciclo de planificación hidrológica y el hecho de haber llegado hasta aquí con un nivel de madurez de consenso técnico, político y territorial entre los distintos actores refleja que las circunstancias han cambiado», ha considerado.
La sociedad ya entiende que no se puede tener todo el agua que se quiera porque hay limitaciones físicas que no dependen de la voluntad de nadie, ha señalado Ribera, que ha dicho que sería deseable que cada vez que se toque un asunto relevante en relación con el agua se aborde desde la responsabilidad y velando por el interés general.