La plaza de Toural de Santiago de Compostela se ha convertido este miércoles 7 en un mercado improvisado en el que Unións Agrarias ha regalado más de un millar de lechugas en forma de protesta por los bajos precios que las grandes cadenas de distribución pagan a los agricultores gallegos por sus productos y exigir unos precios justos.

«Precios justos. Nuestro trabajo no se regala» es la frase escrita en cada una de las bolsas que miembros del sindicato han repartido a los vecinos de Santiago con dos lechugas, productos que en Galicia se pagan a 20 o 25 céntimos la unidad, un precio que los agricultores consideran «totalmente injusto».

«Voy a ganar casi lo mismo regalando esta lechuga en la calle que dándola a un centro de distribución. Ellos juegan con nuestro producto para hacer sus propias ofertas porque a ellos no les cuesta nada», explica Anxo, que trabaja en la huerta produciendo hortalizas.

Según explica, las grandes cadenas de distribución abusan de los productores gallegos, a los que se les exige que el producto llegue en buen estado y encima se les paga una miseria, mientras que los productores extranjeros sí que ponen sus precios.

Anxo asegura que ahora ocurre con la lechuga porque es la campaña de este producto, pero que pasa con casi todos y pone de ejemplo los tomates, que también se pagan a un precio muy inferior al que luego se vendían en los principales supermercados.

«PRODUCIR UNA LECHUGA EN NUESTRO PAÍS CUESTA EN TORNO A 20 CÉNTIMOS LA UNIDAD. SE ESTÁ PAGANDO APENAS 25 CÉNTIMOS A LOS PRODUCTORES”

Por ello, desde Unións Agrarias reivindican precios justos y también pretenden sensibilizar tanto a las cadenas distribuidoras como a la opinión pública para «evitar que continúe la masacre de desaparición de las explotaciones hortícolas de este país».

«Producir una lechuga en nuestro país cuesta en torno a 20 céntimos la unidad. Se está pagando apenas 25 céntimos a los productores con la reducción que se está haciendo», asegura Félix Porto, responsable de coordinación sectorial de Unións Agrarias.

Según ha expresado, esto se debe fundamentalmente a los abusos de dos cadenas de distribución importantes, Mercadona y Gadis, que son las que están pagando precios tan bajos a los productores.

Sin embargo, Porto ha matizado que a día de hoy estas cadenas comenzaron a subir el precio de venta pública de las lechugas en Galicia, un primer paso que desde Unións Agrarias han valorado.

Desde el sindicato piden además que se realice un «marcaje o etiquetado del producto», para que se diferencie claramente los productos que se producen en Galicia de otros que vienen importados de lugares como Portugal, Bélgica o Marruecos.

Para Porto, los productos importados «no cumplen los mismos estándares de calidad que los productores de aquí», porque un productor de lechuga en Galicia «se levanta a las cinco de la mañana para cortar las lechugas y llevarlas a la distribución».

«No es normal que un kilo de patatas de Francia hoy esté en una cadena de distribución a 1,29 euros el kilo y que la patata producida en Galicia esté a 0,59 euros el kilo. No se entiende esa discriminación negativa hacia los productores de nuestro país», ha añadido Porto, que además señala que mientras los productores se volcaron durante la pandemia para «ofrecer un servicio de primera necesidad para la población», el sector de la distribución aprovechó «para bajar nuevamente los precios».

Además de sensibilizar a la distribución, desde Unión Agrarias también han manifestado la necesidad de que la Xunta de Galicia actualice los datos y cree un observatorio para saber cuáles son exactamente los costes de producción de los diferentes productos y que así «se cumpla la ley de cadena alimentaria» y «no se pague a un productor por debajo de los costes de producción».

«Hace más de 10 años que no se actualizan los datos, que no se ponen en valor ni los productos de nuestro país ni se tienen en cuenta todas estas consideraciones», ha asegurado Porto.

Por último, con esta reivindicación también quieren sensibilizar a la opinión pública de la «diferencia de calidad» entre los productos gallegos y los productos «producidos a cientos de kilómetros de aquí».

«Comprar una lechuga producida a kilómetros de aquí obviamente no se corta en el mismo día ni se produce con los mismos niveles de calidad», ha señalado Porto. E

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