Preguntado por las quejas expresadas por algunas asociaciones agrícolas del Levante sobre esta medida, que consideran que complicará el trasvase del Tajo al Segura, el ministro afirmó que el borrador garantiza un buen reparto de los recursos hídricos.

    "Nosotros estamos respetando plenamente los compromisos que existen de dotar de agua al Levante español", aseguró Arias Cañete, quien explicó que el Plan garantiza unos "caudales ecológicos en la comunidad de Castilla-La Mancha, que son absolutamente necesarios desde un punto de vista medioambiental".

    "Si estuviéramos en un escenario paralizado de que no se va a hacer ninguna infraestructura en el Tajo, podría yo entender alguna pequeña suspicacia de alguna organización agraria, pero este es un compromiso a largo plazo de ordenación de un río para muchos años", añadió.

    El ministro español indicó que el Gobierno ha mantenido un "diálogo muy franco" con todas las administraciones implicadas, incluidos las Comunidades Autónomas de Castilla-La Mancha, Valencia y Murcia, y con los regantes de estas regiones. "Vamos a hacer las cosas con rigor y con seriedad", garantizó.

    Arias Cañete recalcó que es necesario tener en cuenta las necesidades de todas las Comunidades Autónomas y consideró que el Tajo "es el río más complicado de regular, porque no solo afecta a las cuencas por las que discurre y a los territorios que atraviesa, sino que la infraestructura del trasvase (al Segura) también afecta a muchas más regiones".

    El Plan Hidrológico del Tajo implica a las comunidades autónomas de Madrid, Extremadura, Castilla y León y Aragón, además de Castilla-La Mancha, ya que todas ellas tienen territorios en esta cuenca.

    Arias Cañete explicó que el borrador del Plan incluye muchas obras de infraestructura adicionales para garantizar un equilibrio entre las regiones a largo plazo y que prevé más de 4.000 millones de euros en inversiones e infraestructuras "para que podamos atender todas las necesidades".

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