El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado que se opondrá a la autorización de un nuevo trasvase del Tajo al Segura, algo que está previsto que ocurra este miércoles 9, y ha pedido al Gobierno central que cambie la política de agua en España.

El presidente castellanomanchego, durante su intervención con motivo de la inauguración del pabellón polideportivo del Instituto de Educación Secundaria «Pedro Mercedes» de Cuenca, ha comentado la reunión de la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura que se celebra en Madrid y en la que, previsiblemente, se dará el visto bueno a la aprobación de un nuevo trasvase de 38 hectómetros cúbicos del Tajo al Segura correspondientes al mes de enero ya que los pantanos de cabecera superan los 600 hectómetros cúbicos de agua embalsada.

«Si se materializa un nuevo trasvase por parte del Gobierno central, y me da lo mismo que sea del PSOE o del PP, le diré a Sánchez lo mismo que le decía a Rajoy, es hora de cambiar la política de agua en España, ya está bien», ha afirmado el presidente castellanomanchego, que ha recalcado que su posición es la misma «con unos y con otros» y por ello ha adelantado que se opondrá si hoy se tramita «un nuevo trasvase injusto».

Con todo, el presidente castellanomanchego ha agradecido la «apuesta» del Ministerio de Transición Ecológica por la desalación y ha mostrado su esperanza de que, «con el tiempo», haya más agua desalada disponible en Levante que la que «quitan» a la cuenca del Tajo, a pesar de que también «se necesita» en Castilla-La Mancha.

García-Page ha admitido que «el cambio no es fácil» y por ello ha resaltado que, si «con el tiempo» se pone fin al trasvase Tajo-Segura «será porque se ha tenido claro el interés de la región por encima del de los partidos y por tesón y cabezonería».

El pasado 10 de diciembre el Ministerio de Transición Ecológica autorizó un trasvase de 38 hectómetros cúbicos.

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