El mercado de la maquinaria agrícola es un sector al que han afectado e influyen, más allá de la crisis económica, otros condicionantes que han frenado y, en la actualidad, ralentizan su evolución como la PAC, el cumplimiento de la norma sobre emisiones o la renta agraria.
Así lo detalla el secretario general de Asociación Nacional del Sector de Maquinaria Agrícola y Tractores (Ansemat), Ignacio Ruiz, en una entrevista con Efeagro.
Los aspectos que tienen más efecto sobre la demanda de maquinaria agrícola son las ayudas desacopladas a la producción de la PAC
Señala que, lógicamente, la crisis ha influido, porque disminuye la financiación y dificulta el acceso al crédito, pero que hay otros factores, como la productividad agraria y la propia Política Agraria Común (PAC), con mayor efecto sobre la agricultura y, por ende, en el de la maquinaria agrícola.
Ruiz apunta que uno de los aspectos que tienen más efecto sobre la demanda de maquinaria agrícola son las ayudas desacopladas a la producción (PAC).
Explica que, a pesar de que el mercado de tractores ha crecido (en torno a un 4% en 2016), «ha subido mucho más el de los estrechos, en torno al 26%» -según el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), representan el 41,6% del mercado nacional-, que los estándar, que han caído el 3,6%.
El secretario general de Ansemat detalla al respecto que los tractores estrechos se utilizan en los cultivos especiales (olivar, viñedo, frutal, etc), «cultivos no afectados directamente por el desacoplamiento de las ayudas».
Son cultivos que «están creciendo en productividad» y cuyo precio no está tan influido por los precios mundiales -sus cotizaciones no tienen tantos altibajos y están más ligadas a la oferta y la demanda-, además, en los últimos años, «la renta de estos cultivos especiales ha ido subiendo paulatinamente y en cantidad superior a los intensivos», que usan tractores estándar.
En España, el pasado año se registraron 27.372 cambios de titularidad en tractores usados, el doble que la compra de nuevos
En este último caso, precisa, la caída del mercado no se ha debido tanto a una renta menor (a pesar de precios bajos, al aumentar la producción, la renta ha sido positiva), pero «está muy relacionado con el aumento de los tractores usados de importación -mercado que ha subido el 46%-, que solo afecta a los estándar».
Por otro lado, en España, el pasado año se registraron 27.372 cambios de titularidad en tractores usados -datos del Mapama- cifra que duplica ampliamente la referida a los de nueva inscripción, que en 2016 ascendieron a 11.449, el 8,2 % más, aunque lejos de los cerca de 20.000 vendidos en 2004.
Ruiz destaca que otro de los factores que favorecen el mercado de usados en detrimento del de los nuevos son las normativas sobre las emisiones de gases de efecto invernadero que obligan a los fabricantes de tractores a realizar inversiones y desarrollos tecnológicos que aumentan el coste.
Calcula que entre un 8 y un 10 % del coste del tractor se debe a la adaptación de la máquina a la normativa de emisiones; y, según datos del Mapama, el precio medio de los tractores, sin incluir el IVA (21 %), es de cerca de 49.000 euros.
Ese incremento de coste en el precio influye de manera clara en el mercado de tractores nuevos, insiste, y ha impulsado, como se ha visto en 2016, la venta de tractores usados tanto en el mercado nacional como en el de importación.
Suelen ser tractores nuevos, con pocas horas, que cumplen la legislación sobre emisiones, y que «son más atractivos a la hora de invertir» por parte del agricultor.
Si a esto se añade que si el agricultor cotiza en el régimen de módulos (la mayoría de los profesionales) y en la venta de un tractor usado no tiene que repercutir el IVA, se entiende la evolución del mercado de segunda mano.
La subida del IVA al 21% ha movido parte de las ventas del mercado nuevo al usado
Respecto al IVA, Ruiz también ha señalado que, desde 2010, el IVA general, que se aplica a la maquinaria agrícola, ha pasado del 16 % al 21 % de la actualidad, «cinco puntos» que han movido parte de las ventas del mercado nuevo al usado.
Reflexiona sobre el «exceso» de regulación en materia de emisiones que afectan al sector de la maquinaria agrícola.
El «incremento de requisitos al sector» que, por un lado tiene que cumplir la norma de emisiones relativa a vehículos y, por otro, la de medios de producción, afectan, sobremanera, al coste final de la máquina, ya que, con un volumen de producción bastante inferior al de automoción, el precio final se ve aumentado en mayor cuantía.
Así, mientras que la oferta debe cumplir con una serie de requisitos medioambientales, que se revisan cada dos años, la de la demanda no, ya que estas medidas encarecen de tal forma el producto final, que aumenta el mercado de usados; «cuando se toman estas medidas, también se deben tener en cuenta sus consecuencias».
(Texto: Anabel Pascual / Efeagro)